MERODEADORES: Historias de amor y guerra.

25.- Retratos. (Remus Lupin)

- Ahora que perdiste el Mapa - Señaló James con molestia a Sirius - Será más difícil poder localizar a June.

Mis amigos conversaban en la habitación, sin notar que yo estaba despierto.

- Oh, Prongs - El aludido bufó - Ya ha pasado casi un mes... ¿No puedes simplemente olvidarlo? Piensa que tal vez uno de tus hijos pueda encontrarlo aquí en una futura generación y lograr cosas maravillosas.

- Si - Suspiró - Puede ser. Pero volvamos al tema - Bajó un poco más la voz pero yo podía oírlos perfectamente sin problemas - Hoy es la tercera luna llena desde que ellos terminaron... y temo que Moony no nos deje acompañarlo nuevamente. Y sus heridas son cada vez más graves... ¿Te has fijado la cicatriz que tiene desde el ojo hasta el mentón?

- ¿Y qué quieres hacer entonces? ¿Convencer a la rubia de que lo convenza para que nos deje acompañarlo?

- Sé que Moony ha tratado de hablar con ella en varias ocasiones pero ella ni siquiera lo mira.

- Vamos a reconocer, Prongs... que Moony no sacó valor en el momento que debía y...

- Lo sé - Hablé sentándome y mirándolos.

Mis amigos me miraron asombrados.

- No hablábamos de tí - Dijo Sirius rápidamente - Hablábamos de otro Moony que... arruinó las cosas con... otra rubia...

- Padfoot, cállate - Lo regañó James y luego me miró - ¿Cuánto has oído?

- Creo que lo suficiente - hice una mueca - No quiero que me acompañen en mi transformación, chicos... no quiero hacerle daño a nadie más.

- ¿Cuándo nos has hecho daño? - Me increpó mi amigo de lentes.

- Bueno recuerdas la vez que... - Comenzó a hablar Sirius pero James lo silenció con la mirada.

- No quiero dañar a nadie... Tengo que ya ir haciéndome la idea ¿Saben lo difícil que es para alguien con mi condición poder encontrar trabajo y ser aceptado? Tendré que acostumbrarme a estar solo.

- ¿Y nosotros? - Comentó Sirius ofendido - ¿No contamos?

- No estarán ahí para siempre... cada uno tendrá sus vidas aparte...

- Hey - James puso una mano en mi hombro - Una vez merodeador... siempre merodeador...

- Hasta el final - Sirius se sentó a mi otro lado, pasando un brazo por mis hombros - No crees que luego de salir de Hogwarts vamos a olvidarnos de tú ¿O sí?

Pasé la mirada por ambos.

- Son los mejores... ¿Lo saben? - Sonreí leve, pero eternamente agradecido.

- No tienes que sentirte sólo a propósito - James hablaba más animado - Además, si no consigues trabajo pronto bien puedes quedarte con uno de nosotros y...

- No, eso no - Lo interrumpí.

- Oh, Moony - Sirius me revolvió el cabello - Mi tío Alphard me dejó mucho oro cuando murió y yo estoy más que feliz de compartirlo contigo mientras lo necesites.

- Sirius...

- Sirius nada - Me dio un golpe en la espalda - No hay nada aquí de qué avergonzarse... ¡Ni que fuéramos extraños! Ustedes son para mí más familia que mi propia familia sanguinea.

- Somos hermanos - Afirmó James.

Peter entró a la habitación.

-¿De que hablan? - Se sentó junto a nosotros.