BREAK UP WITH YOUR GIRLFRIEND, I'M BORED. 誘惑 KOOKMIN OS.

♕ I know it ain't right, but I don't care. ♕

Sus labios viajaban por todo su pecho, intentado asegurarse de besar cada rincón de su piel, de que por ningún motivo pudiera compararlo con ella, él era mil veces mejor, iba a mostrarle que nada podía compararse con él, ni siquiera esa castaña escuálida que tenía por novia. Cómo la odiaba.

Trepó sobre él y lo besó con fervor. Sus respiraciones se mezclaban mientras se oía el obsceno chasquido de sus lenguas chocar en medio de un beso desesperado. Ambos querían más de lo que podían obtener del otro, ambos estaban desesperados por probarse, por saciarse la sed infinita por el otro que tenían desde que se conocieron.

Su mano viajó directo al miembro del castaño debajo suyo y lo acarició lento por sobre la tela de su pantalón, logrando que gimiera de placer en su boca y dijera su nombre en susurros. Como amaba escuchar su nombre salir de los labios del castaño entre jadeos. Continuó besándolo y se posicionó sobre él para frotar su trasero contra la gran erección de su acompañante. El chico se incorporó tomándolo del cuello y retomando los chasquidos lascivos de sus lenguas mientras lo ayudaba en los sensuales vaivenes.

“Me dejas desconcertado, no estoy acostumbrado a sentirme así, no sé qué decir.”

El rubio cortó el beso y se dirigió directo al cuello de su acompañante, colocando sus manos en su pecho a modo de soporte y lamiendo su zona sensible. Acercó sus labios para besar lo que antes había preparado y comenzó a chupar para dejar una notoria y bonita marca en el lugar, una que todo el mundo pudiera ver, su marca. Sabía que no debía hacerlo, que todo aquello necesitaba mantenerse en secreto, que Jungkook debía volver a su casa como si nada y besar a su novia como si la amara más que a todo, como si no acabara de tener sexo con el amigo de su chica, como si no quisiera a Jimin exactamente de la manera en que no debía. Pero no parecía que el castaño fuera a detenerlo esta vez, al menos no en serio, porque todo lo que hacía eran pobres intentos por controlarse y no volver a caer en algo que él mismo necesitaba.

— Deberíamos parar. – decía todo el tiempo mientras apretaba la cintura del chico ladeando el cuello para darle más espacio a esa boca que lo hacía cerrar los ojos del placer.

— Pero tú no quieres.

El primer botón del pantalón de Jungkook fue desabrochado, luego el cierre, mas no hizo nada por detenerlo, Jimin estaba en lo cierto; él no quería que parara jamás. Sintió sus suaves manos bajar la prenda hasta dejarla en sus rodillas y comenzar a acariciar su miembro por sobre la tela de su ropa interior. Amaba tanto sus caricias, y sabía que lo que hacían estaba tan jodidamente mal, pero ya no podía más con todo aquello, ya no podía alejar sus manos de esa suave piel, de su precioso cuerpo y esa sonrisa radiante.

Su ropa interior fue bajada con lentitud mientras veía como el candente rubio se agachaba sobre él, mirándolo tan lascivamente como solo él sabía hacerlo. Lo ponía a mil, y sólo Jimin podía hacer eso con tan sólo una mirada, pero una maldita mirada tan llena de lujuria que lo hacía querer hacerlo suyo todo el tiempo. A toda hora, en todos lados, ninguna vez era peor que la otra, con Jimin debajo de él las cosas sólo podían ir mejor, siempre mejor.

Se acercó para dejar un último beso en sus labios antes de volver a acostarse en la cama y sentir una húmeda y caliente lengua en su falo, primero por toda la extensión y luego en la punta haciendo círculos y jugando con él, haciéndolo enloquecer y delirar, haciéndolo olvidar cada una de las veces en que le habían hecho lo mismo porque nada era igual, nada igualaba en lo más mínimo a Jimin. Se sintió desfallecer cuando entró por completo en su boca, sintiendo su húmeda cavidad y su lengua jugar con él, era como una alucinación, un sueño hecho realidad, y Jungkook no podía amarlo más. Sus manos viajaron hasta la mata rubia de cabellos sedosos y los acarició marcando el ritmo de la mejor felación de su vida.