Cap. 4: Power Up

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Narra Jeno.

Luego de haber hablado con la amargada _______, mis manos temblaban debido al miedo, pero el hecho de que pude con esto, hacía a mi nerviosismo obligarse a cesar.

Había podido con ella y no me sentí amenazado. Bueno, la verdad que sí.

Sus expresiones frías eran lo más intimidante de todo, porque su voz salía casi en susurros. Estaba de la misma manera que lo estaba Min al despertar. Gracias a Dios yo no grité y me alteré como lo hicieron ellas, pues ahora estoy sanito, vivito y coleando.

Le había prometido a la amargada ______ en no decirle a nadie su secreto, pero antes de que ella me amenazara ya le había dicho a Renjun y a Jaemin sobre aquello. Ellos se rieron después de decirles y ahora me metí en problemas porque ya lo saben dos personas más.

—Escuchen, no le digan a nadie sobre el concierto y lo que vi allí. —les advertí y ellos me miraron confundidos.

—¿Por qué no hacerlo? A la escuela le encantará la noticia. —dijo Renjun burlándose, pero Jaemin le golpeó el brazo.

—¿Te gustaría que te hicieran lo mismo, estúpido? —Jaemin frunció su entrecejo algo enfadado hacia Renjun, y luego me observó esperando respuesta.

Me encogí de hombros. —No. —habló Renjun cerrando la boca y luego manteniéndose en silencio por unos segundos.

—Es mejor que no le digan a nadie, porque si alguien más se entera, ella me matará. Me golpeará, luego me cortará en pedacitos y enviará mis restos por correo. —les dije haciendo reír a ambos. —Está bien, exageré. Pero sí es capaz de hacerlo.

—Está bien, no le diremos a nadie. —Jaemin -el más razonable de los tres- habló seguro de sus acciones y decidió en dejar de hablar el tema.

—Aunque... —empezó Renjun haciendo que ambos lo miremos confundidos por la cara pensante del chico.

—¿Qué sucede? —digo un tanto alarmado. No siempre se le ocurren las mejores ideas a Renjun.

—Podrías divertirte un rato amenazándola de decirles a todos. —Renjun definitivamente era malvado.

—¿Por qué él haría algo así? —Jaemin parecía indignado.

—Por diversión. —aclaró Renjun ante en ceño fruncido de Jaemin.

—No haría algo así. —le dije manteniéndome razonable como lo haría Jaemin.

—No Jam. —me dijo intentando hacer ofensas hacia mí. Aunque Renjun siempre me decía No Jam cada vez que me negaba ante sus estúpidas peticiones las cuales no son para nada cuerdas.

—Renjun, cállate. Jeno no hará alo así. —habló Jaemin apretando los labios de Renjun en sus dedos haciendo que al chico soltar quejidos y gemidos de dolor.

Me sentí ofendido al decirme que no era capaz de hacer las cosas que ellos me pedían. ¿Creían que siempre sería aburrido? Qué no me atrevo a hacer ciertas cosas porque supuestamente me acobardo. —¿Dices que no puedo?

—No, Jeno. Digo que eres lo suficientemente razonable como para hacerle caso al tarado de Renjun. —Jaemin quitó sus dedos de los labios de Renjun y luego Renjun se quejó unos segundos antes de hablar.

—No te atreverías a hacer algo así, Jeno. Admítelo, siempre te preocupas demasiado en las cosas que haces y siempre sueles ser un asustadizo. —declaró Renjun sonriendo de lado. Apreté los puños a mis costados y no me di cuenta en que momento comencé a sentir el enojo invadir mi cuerpo. ¿Acaso siempre he sido un tonto para ellos?

—¿Quieres apostar? —le dije levantando mi tono de voz en un intento de querer desafiar a Renjun.

—No, Jeno. No lo harás. ¡No escuches a este bobo! —Jaemin se interpuso entre nuestras miradas desafiantes y nos separó lentamente hasta tener una buena distancia.

—Te compraré el desayuno, almuerzo y colación hasta que nos graduemos de la universidad, si cumples con tu palabra. —Renjun sonrió de lado tratando de decir: "No perderé nada, iluso. Eres una basura y perderás" pero me sentía confiado.

—Si yo gano, te daré mi colección de videojuegos. Junto con el último God Of War. —digo levantando mi mentón en orgullo. Todos sabíamos que a Renjun le fascinaban esos juegos y siempre que íbamos a casa, él era el primero en decidir que videojuego sacar del estante. Y no era cualquier estante, era el estante que mamá usaba cuando joven para dejar sus libros de adolescente. Ya no lo usa porque dejó de leer.

—Trato hecho. —dijo Renjun extendiendo su mano hacia mí. Jaemin estaba enfadado hasta el punto de asesinarnos con la mirada.

—Jeno, tú le haces algo a esa chica, morirás antes de que ella te mate. —amenazó apuntándome con su dedo acusador.

—No haré nada malo, no te preocupes. —le aseguré, aunque ni yo estaba tan seguro de si eso pasaría.

—Y tú, pedazo de escoria. Te mataré y enviaré tu cuerpo a China para que te coman como a un perro. —amenazó a Renjun. El chico sonrió inocentemente hacia Jaemin y se hizo el desentendido.

—No sé de qué hablas. —le dijo inocentemente ignorando a Jaemin.

—Haz lo que quieras, pero cuando se entere esa chica, querrán no haber nacido. Estoy seguro que les hará la vida imposible. —habló Jaemin seguro. Tal vez sea cierto, y eso me hizo tragar saliva. Esa chica podría hacerme sufrir o incluso matarme, ambas opciones son buenas para ella y encajan con ella.

—No te preocupes, Jaemin. —le aseguré, pero la cara de Jaemin seguía en desconfianza.

—Pronto tendré unos videojuegos nuevo, no sé con cuál debería jugar primero. —Renjun hizo una expresión pensativa y yo me reí confiado.

—Empieza a preparar los billetes, si es que no quieres quedar endeudado. —le sugerí a lo que Renjun soltó una risa llena de burla.

—Ya quisieras, amigo mío. Pero ten en claro que ganaré. Te doy dos meses, durarás con suerte una semana. —dijo confiado.

—Tres meses y verás que sucederá. —lo reté. El aceptó asintiendo con la cabeza.

—No sé en qué momento decidí que ustedes sean mis amigos. —murmuró Jaemin.

Little Little |Lee Jeno (NCT) & Tú| Where stories live. Discover now