Escuchaba el TIC TAC de algún reloj, despertó en un lugar blanco sentado sobre una cómoda cama, no sabía donde estaba, observo a su alrededor analizando para así poder descubrir que lugar era.
— ¿Estoy muerto? — pregunto a la persona frente a él, ¿Cuándo llego?, no lo se.
— Casi pero no, lamemtablemente — sonrió.
Ese chico se le hacía familiar, donde lo vio antes no lograba recordar.
— ¿Sabés quien soy? — se acerco un poco.
— N.. no... — susurro Kiri.
— En serio tanto eh cambiado que no sabes quien soy — estaba feliz.
— Me estás asustando — dijo Eiji nervioso.
— Oh vamos, piensa un poco, recuerda tus días en secundaría — junto sus manos mientras sonreía sin dejar de ver al pelirrojo.
— No se quien seas — estaba más nervioso.
— Claro que lo sabes, pero tienes miedo recordarlo — cerro sus ojos y los abrió a los segundos — mirame atentamente — Eiji lo miro a los ojos notando que eran rojos y pelinegro pero no, no sabía quien era.
— No... — susurro el pelirrojo.
— Se que si — se acerco al chico hasta estar a su lado — cierra tus ojos y piensa un momento — susurro en su oído.
— No... — volvió a decir Eiji cubriendo ambas orejas.
— Recuerda todo por lo que pasamos — seguía susurrando sin perder su sonrisa viendo como Eiji se encogía en su lugar — recuerda cada uno de los golpes que nos dieron, cada una de las ofensas que nos dijeron, recuerda cada momento doloroso por el que pasamos — sonrió — no tienes ningún derecho de olvidarlo — se alejo viendo al chico llorar.
— Vete — susurro Eiji — largate — dijo más fuerte — DESAPARECE — grito.
— Lo recordaste — vio al pelirrojo de manera seria — todo lo que pasamos — abrazo su cuerpo.
Fue cuando Kirishima se atrevió a verlo notando cada rasgo que hace un momento no vio, era él simplemente él.
— Lo recuerdo todo — dijo Eiji.
— No debes olvidarlo — susurro el pelinegro.
— No lo haré — dijo el pelirrojo serio.
— Siempre juntos — sonrió el chico desapareciendo.
Kirishima cayó en la cama sin expresión alguna.
Continuara
BINABASA MO ANG
Reencuentro Con Mi Pasado
Fanfiction- Maldita sea porque... - lloraba dejando salir sus lágrimas llenas de frustración. - ¿Por qué?... eso es simple... eres una basura que merese morir... - contesto su conciencia. - Tienes razón mi sola presencia sólo provoca asco... - sostuvo el arma...
