18- Adolescencia.

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"Estoy obsesionada... eso es lo que pasa, no dejo de pensar en si fracasaré, eso es todo"... se dijo para tranquilizarse, pero en el fondo sabía que había estado más hambrienta con Alicia de lo que solía estar, quizá para aplacar el deseo frustrado de no haber podido hacerlo con ella.

De pronto el sonido de su móvil personal empezó a sonar, se quedó paralizada en sujetador y miró a la cama donde éste descansaba. "¿Será ella?"... se preguntó, y se acercó hasta él para divisar el nombre en la pantalla, era ella. Se tumbó sobre la cama y descolgó...

- Creía que te habías olvidado de mí -le dijo nada más descolgar-.

"Dioosss... cómo me gusta su voz"... se derritió Natalia al escucharla.

- No podría hacerlo ni aunque lo intentara -le susurró con honestidad-.

"mmm... aduladora"... pensó Alba.

- Me alegro de que no lo intentes –contestó-. ¿Cómo va el trabajo?

- Precisamente te llamaba para eso, al final he podido solucionarlo, tendré una agenda apretada pero al menos estaré allí todo el mes... -ella enmudeció de pronto. Alba se preguntó a qué sería debido,  pero cuando iba a decir algo, la chica continuó-. ¿Te ha llegado el ingreso?

"... ufff... el dinero"... se lamentó la rubia, por alguna razón se sentía incomoda ante ella.

- Sí, tranquila -le contestó y sin poder evitarlo quiso cambiar de tema-. ¿Cuándo llegas?
- El viernes por la tarde. Quiero llevarme algunas cosas así que, haré una pequeña mudanza y me llevarán la moto en una furgoneta.

"ggg... dos días más, mierda"... pensó Alba.

- Albi... -su voz volvía a ser tímida-.

- Dime... -le contestó cerrando los ojos porque le encantaba escuchar su nombre cuando lo pronunciaba ella-.

- ¿Cuándo podríamos vernos?... me refiero a... ya sabes... ¿dormir? –le dijo Natalia y Alba pensaba que se moría-.

"aaaaaaaahhhhhhhhh... porqué tiene que ser tan dulceeee joderrrrrrr"... se inquietó de pronto.

- No sé si podrá ser ese mismo viernes, cariño –le dijo, y aunque se arrepintió de no confirmárselo, su instinto contestó más rápido que su deseo-.
- Oh, claro... por supuesto.. –le dijo la morena-.

Alba supo que la había dejado fuera de juego.

"Mierda, mierda... ¿por qué coño me importa tanto?"... se lamentó, pero era inevitable, le importaba hacerle daño a aquella mujer.

- Te llamo el viernes y te lo confirmo, ¿de acuerdo? Es que igual voy con unas amigas a cenar y no sé cuánto tardaré –le dijo para tranquilizarla-.

- No, no tienes que darme explicaciones –le dijo Natalia un poco más tranquila tras escuchar que era una cena en plural y no con una "amiga" en particular-.
- Lo sé, no te las estoy dando –le contestó Alba-. Bueno qué, ¿no me cuentas nada?

"mmm... yo te contaba hasta el libro gordo de "Petete""... pensó Natalia un poco más relajada tras presentir la sonrisa en su voz.

- ¿Qué quieres que te cuente? –le preguntó esbozando una sonrisa, pues se alegraba enormemente de hablar con ella-.

- ¿Me has echado de menos? –le preguntó con sensualidad-.

El nudo en el estómago de la morena volvió a aparecer. "¿Qué si te he echado de menos... qué si te he echado de menos?... desde que te bebí me acompañas siempre"... pero aquello no podía decirlo.

Sex education. //Albalia.Where stories live. Discover now