【 ✾ 】One-shots Inazuma Eleven y tú.

[ ✨ ]; Endou Mamoru.

Disclaimer: los personajes de Inazuma eleven no me pertenecen.

Referencias:

-Diálogos.
Pensamientos
«flashback»
°°°°°°°: cambio de escenario.

ADVERTENCIA: Contenido +18.

Summary: Y aunque ambos sabemos que está mal, nada nos podía detener.

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El ruido de la música estaba alrededor, envolviendo el ambiente con un estruendoso sonido que hacía vibrar todo a mi contorno, incluyéndome. Las luces parpadeantes iluminaban con brevedad los rostros de todos los adolescentes que bailoteban al ritmo de la canción. Algunos cuerpos tan pegados a otros que daban la impresión de querer fundirse en uno solo, otros se encontraban más solitarios, meciéndose con un vaso de alcohol en su mano, y otros con su grupo de amigos, bebiendo y hablando a gritos para hacerse oír. Y en uno de esos grupos estaba yo.

Las chicas no paraban de parlotear, creando un diálogo sobre cuál chico era el más caliente en la fiesta, o asegurando que tal chico estaba mirándoles, flirteando, las demás solo podían mirar a sus novios que estaban con sus amistades en otro grupo, ya que no había oído muchas palabras de ellas, a menos que sea para responder preguntas sobre su pareja, al igual que yo que solo soltaba unas cuantas palabras con respecto a él. Cuanto menos, eso era lo poco que había escuchado, ya que mi atención estaba enfocada al otro extremo de la sala. A través del tumulto, a través del ruidoso sonido. Su rostro iluminado con luces violetas, verdes, azules, sus ojos cafés en los míos, dándome una inapropiada invitación, su sonrisa, ahora con inusual picardia se abría paso en su siempre alegre rostro con discreción y su cabeza dio la indicación de ir al segundo piso. Se veía que el alcohol hacía su efecto en él, al igual que en mí. Di un leve asentimiento, fingiendo seguir el ritmo de la canción mientras le regresaba la sonrisa. Entendía lo que quería decirme.

-¡Eh, chicas! Iré al tocador.-Avisé alzando la voz para ser oída, ganandome la atención de todas que asintieron y siguieron con su conversación.

Me abrí paso entre la masa de personas, inevitablemente, chocando con más de uno en el proceso de llegar a mi destino, ansiosa. El segundo piso estaba lleno de chicos besándose y tocandose sobre las ropas sin vergüenza alguna, ya que esta había desaparecido cuando el alcohol logró su cometido.

Abrí la puerta del baño, que para mi suerte se encontraba solitario. Entre cerrando la puerta atrás de mí y me di cuenta de que el bullicio de la casa, dentro del cuarto no era tanto. Miré mi reflejo en el espejo del espacioso cuarto de baño, arreglando mi cabello, retocando mi labial rojo escarlata, acomodando mi vestido ceñido al cuerpo que me cubría las piernas hasta el muslo, impaciente, esperando, hasta que el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose avisaron su llegada, y al segundo, unas manos se paseaban con lentitud dolorosa por mi cintura, su respiración acariciando mi oreja y su cuerpo se acoplaba a mi espalda, mientras el mío se curvaba en su contra, buscando más contacto.

-Estás hermosa...-Susurró con lujuria palpable cuando sus manos subieron, llegando al borde de mis pechos.

Sus palabras me endulzan el oído. Había escogido el atuendo especialmente para él.

-Quería causar esa impresión.-Dije con una sonrisa, ahogando un gemido cuando sus labios se abrieron paso hacia mi cuello, mientras yo movía lentamente mis caderas contra su pelvis.-Te extrañé, Endou.

Pude sentir su sonrisa contra mi cuello, complacido por mis palabras. Sus manos bajaron a mis caderas, acercándome más aunque eso fuera imposible ya, bajaron a mis muslos desnudos, abriéndose paso bajo lo vestido, subiendo este en el proceso de acercarse al interior de mis muslos.