A Natalia se le quitó el hambre de pronto.

- Lo siento –se disculpó-.

Alba la miró y suavizó aquella carga con una ligera sonrisa.

- Gracias, pero no pasa nada, estoy bien –le dijo- ¡Anda come!

Natalia se obligó a dar otro bocado a aquella hamburguesa, si no quería sentirse triste por ello, ella no era quien para manifestarse más apesadumbrada por una situación que sin duda era más dolorosa para Alba que para nadie.

- Bueno qué, ¿lo vas a evitar todo el tiempo? –le soltó de pronto la más pequeña-.

Ella la miró con un interrogante mientras bebía de su pajita.

- ¿Qué si vamos a hablar de lo que pasó anoche? –le dijo Alba abriendo mucho los ojos-.

Natalia empezó a toser, se le había ido la bebida por el otro lado...

- cjcajcc... joder.. jcjjcajc –decía como podía-.

- jajajaja... Sí, vamos, de "joder" fue la cosa, pero cuéntame lo que yo no sepa... jajajja... -la pinchó más todavía porque estaba muy graciosa cuando se ponía nerviosa-.

- cjajja... que me atraganto.. cjaracj ... espera... -decía mientras se reponía-.

Alba le tendió otro poco de bebida y pareció reponerse del atragantamiento.

- Ya... -dijo aliviada mientras terminaba de carraspear-. ¿Tú siempre vas a ser tan sutil?

Le preguntó la morena con el ceño fruncido.

- Si te me pones en plan resbaladizo es lo que hay pequeña -le dijo llevándose unas patatas a la boca-.

- Pues no fui yo la que estaba resbaladiza anoche precisamente eh -le espetó Natalia con malicia haciendo alusión al acto íntimo que había tenido con ella-.

Ahora era Alba la que tosía, se había atragantado con las patatas...

- caccjajfd... hostia.... Jajajja... gajocogogca... que me ahogo... camckagfa... -decía entre risas-.

Natalia se reía a carcajadas, pero se puso a su lado y empezó a darle golpecitos en la espalda.

- Anda bebe... -le dijo con recochineo, luego se dejó caer sobre el tronco mientras veía como se reponía y recogía las bolsas-.

- Vale, ya estamos en paz, ahora hablemos –le dijo Alba poniéndose frente a ella-.

- ¿De qué quieres que hablemos concretamente? –le preguntó pues ella no sabía ni por dónde empezar-.

- Oh vamos... ¿no te dará vergüenza, no? –le pinchó con picardía-.

- No, pero es que no sé qué decir -le dijo ella encogiéndose de hombros-.

- Joder vale... pues entonces empiezo yo –le dijo Alba y se acomodó donde pudiera ver sus reacciones-. Está claro que esto te pasa sólo con las mujeres, porque tú con los hombres... ¿nada de nada?

- No –dijo-.

Alba sonrió, aquella mujer no se lo iba a poner muy fácil con monosílabos.

- Vale -consintió y continuó sus pensamientos en voz alta-. Bueno, me comentaste que llevabas más de un año así, con lo que he de deducir que no siempre has tenido este tipo de reacciones, ¿o sí?

Natalia se revolvió un poco inquieta, no le gustaba hablar de ella, ni de nada que le recordara lo que trataba de evitar.

- No, no siempre ha sido así, o sí, no lo sé aún –dijo-.

Sex education. //Albalia.Where stories live. Discover now