Capitulo IV

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No pensaba que hubiera tanto crío delante de mis narices. Esto es peor que una guardería. ¿Cómo puede ser que la pareja de Tashigi tenga amigos así? Aunque debo comprender que, seguramente, llevarán años conociéndose. Y no era el único que estaba estupefacto, también los inspectores. Los miraba de vez en cuando y el único que no daba emoción alguna era Lucci. Tiene mucha paciencia al igual que yo.

El tal Luffy no paraba de gritar al camarero para que trajese más bebidas y su pareja le reñía diciéndole que no pagara ni un duro. Una avariciosa, ¿eh? Hasta diría que si intentas robar un banco ella sería la primera. Las demás parejas no me desagradan en absoluto, aunque no me esperé encontrarme aquí a Charlotte Pudding. Hija de una de las mujeres más poderosas de toda la ciudad y dueña de empresas Charlotte. ¿Quien lo iba a decir?

Escuchaba y miraba a mi alrededor a ver si encontraba a ese estúpido de Foxy. De seguro que estará escondido entre la multitud. Maldito zorro desgraciado cuando te coja no saldrás en la puta cárcel. Muerdo con fuerza el puro saboreando las hierbas. No era desagradable, ya estoy acostumbrado. Mis oídos se agudizan al escuchar que la canción de la discoteca había cambiado en absoluto alertando a los jóvenes.

—¡Es mi canción favorita! —habló el tipo con el tupé extraño que se levantó cogiendo la mano de la morena.— ¡Vamos a mover el esqueleto, Robin!

—¡Vale!

—¡Yo también, quiero ganarte Franky! —infla el pecho aquel mocoso.

—¡No harás ninguna estupidez, Luffy!

—¡Vamos Nami! —Sin esperarlo, ya sacó a la chica de la pista.

¿Cómo puede aguantar a ese crío? Yo no podría si tengo una novia así tan enérgica y lleno de problemas. Mis ojos se clavan en la pareja de Charlotte y Tashigi que se dedicaban miradas de rivalidad. Lo que faltaba ya. Dos estúpidos que piensan que uno es mejor que el otro. ¿En qué embrollo me he metido?

—Iré a dar una vuelta —escucho hablar Spandam levantándose de su sitio.

—Lucci vamos a la barra, quiero que pruebes aquella bebida que te comenté.

—Muy bien. —Lucci y Kaku también se retiran.

—Yo iré a los servicios. Disculpen.

Bien, se han separado en busca de Foxy. Espero que todavía esté aquí y no se haya ido. Hay demasiada carne fresca y me refiero a las mujeres que estaban bailando en la pista. Tashigi bailaba sin cesar, pero también tenía la mirada clavada en los alrededor por si veía al delincuente. Tenemos que tener los ojos abiertos y no fallar en esta misión, es nuestra gran oportunidad.

Sin darme cuenta, todos se habían ido menos una persona que estaba a escasos metros de mí en la mesa. La chica de la cafetería Chateaux. Era la única que no hablado en todo este tiempo. Y, desde que llegó, ha mantenido esa postura: cuerpo encogido y con la mirada agachada. ¿Era un signo de vergüenza? Exhalo el humo de mi boca saboreando el momento. Está incomodidad me estaba matando y creo que ella lo siente también. Debo romperla.

—¿No piensas salir y bailar?

Me fijo que se sobresalta al escuchar mi voz. La he tomado por sorpresa.— No sé bailar.

—¿No sabes o te da vergüenza?

No hubo respuesta por su parte. Creo que he sido brusco con ella. No la conozco y no sé cómo reacciona ante mis palabras. Tengo que ser cauteloso.

—¿Ha vuelto Jewelry a molestarte? —pregunto dándole un toque de preocupación.

—Desde que usted le echó la bronca, no ha vuelto a la cafetería.

Amar a una "gorda" (Smoker x Reader)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon