CAPÍTULO EXTRA 3.

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Evan McNeil.

Estacionó el auto fuera de la casa de Mackenzie y desabrochó el cinturón, me giró para verla, pero su mirada está clavada hacia la calle.

Escucho su puerta abrirse y reacciono instantáneamente, tomo su mano, deteniendola y la escucho suspirar.

— Por favor, tenemos que hablar — Susurro y ella asiente, aún sin mirarme.

Cierra la puerta del auto, y sigue evitando mirarme.

— ¿Mack?
— Solo dime lo que tengas que decir Evan, estoy agotada — Su voz suena quebrada y se que está llorando.
— Lo siento — Le digo, no sé qué mas decir, no sé qué más hacer, pero en verdad me siento fatal por estar en esta situación con ella.
— ¿Y? — Mackenzie se gira hacia mí y limpia la lágrima que corre por su mejilla — ¿Es todo? ¿No dirás nada de Paulette?
— No tengo que decir nada de ella
— Explícate
— Mack ella se lo invento todo, no tengo que explicarte nada, ya te dije la verdad, esa noche en el club fue la única vez que pasó algo entre nosotros
— Se que ella me mintió Evan pero... — Mackenzie vuelve a bajar la vista y vuelve a llorar, tomo sus manos y ella no se opone. — No podemos Evan, no puedo, yo no soy como Ash
— ¿No puedes?
— Ash sabe que muchos darían todo por Beck y el lo soporta, pero yo no, no soporto no tener la confianza suficiente en ti como para  iniciar algo, me pesa tanto saber que muchas van por ahí queriendo liarse contigo, y que tal vez tú no te niegues
— Mack no, yo no te haría eso
— Eres completamente así Evan, no nos engañemos por favor
— Pero te quiero, esa es la jodida diferencia, a ti te quiero
— No puedo
— Mack por favor, jamás te haría algo así, de verdad te quiero, quiero estar contigo y necesito que confíes en mí
— Evan — Mackenzie se separó de mi y me miro a los ojos, sé que hablaba enserio — Lo siento, pero será mejor que nos alejemos.

Mackenzie toma su mochila y abrió la puerta del auto, la mire bajarse y caminar hacia su casa, sin mirar atrás.

Me quedé viendo su casa aún sin entender, la había perdido.

Había perdido a la única chica que empecé a querer.

A la chica que deseaba ver diario una sonrisa dibujada en su rostro.

Perdí a la chica con la que quería estar.

Desvíe mi vista, y apreté el volante con fuerzas, y justo cuando creí que nada podía empeorar las cosas, la pantalla de mi celular se encendió, emitiendo una alarma.

Debía ir con Becka.

Querido Ash.  [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora