Capítulo 16

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Tener el corazón roto, puede ser el peor de los dolores, tener el corazón roto te vuelve débil, insegura, esa presión en el pecho, ese dolor que te causa una ruptura, esa pérdida, ese vacío que deja la ausencia de esa persona, no es algo que puedas remediar fácilmente.
El amor es un sentimiento hermoso, un sentimiento que se crea y que te hace sentir bien, pero que también te vuelve loco, te hace perder la cordura y te hace ciego ante el mundo, el amor puede llevarte a el cielo en un día y al otro, puede estamparte contra el pavimento.
¿Cómo es posible que una persona te deje por qué está completamente enamorado de ti? ¿Cómo eso es que puede pasar? Una persona que te quiere, que te ama no se va, sin en cambio, las justificaciones de Jaden fueron más que convincentes, sus palabras resuenan una y otra, y otra, y otra vez en mi cabeza, produciéndome una fuerte jaqueca.

"Becka, te dejo para que vayas con el, todo lo estoy haciendo pensado en ti"

Pensando en mi. Y eso es lo que nunca pude ver, Jaden Basir siempre ha pensado en mí, básicamente, el se desvivía por mi, y que lastima que yo vi todo eso muy tarde.
El amor es algo que siempre tiene que tratarse con mucho cuidado, por que así como te arma, este puede desarmarte.
¿Como olvidas a alguien que no quieres olvidar? ¿Cómo alejas toda esa culpa de ti cuando solo tú ocasionaste la ruptura?
Había ocultado y me estaba convenciendo que realmente no quería a Ash, que realmente el no estaba empezando a gustarme, lo había hecho por qué no quería herir a Jaden, no quería que el sufriera por mi, pero me di cuenta que solo estaba retrasando lo inevitable.
Había puesto a Jaden de un lado de la balanza y a Ash, del otro.
Jaden siempre a estado para mi, el siempre ve por mi, siempre está cuando lo necesito, el me ama.
Ash, el sin en cambio siempre me ha dejado en claro que solo quiere follarme y pequeños detalles no lo hace un mejor partido.

Me remuevo nuevamente en mi cama a el escuchar la alarma sonar por tercera vez y cojo el celular.
Silencio la alarma y suelto un fuerte bostezo.
En toda la noche no pude pegar el ojo por estar pensando en lo que iba a hacer, por un lado, mi madre podría matarme si se entera que ya no tengo nada con Jaden, por el otro me da igual, pero también lo extraño, joder, no a pasado ni un día desde que lo vi por última vez y siento un gran vacío en mi pecho, siento como si la respiración me faltará y el nudo en mi garganta no a desaparecido, si, extraño sus estúpidos mensajes sentimentales a las 2 de la mañana contándome el por qué no puede dormir, extraño su risa cada que hacía un mal chiste, extraño sus brazos rodeando mi cuerpo, extraño el calor que su cuerpo emana, lo extraño por completo y se que nadie podrá llegar tan fácil para llenar el vacío que me dejo.
Jaden y yo nos estábamos volviendo inseparables, muestra relación se basaba en estar juntos todos los días, todo el día, y ahora, me faltara esa presencia conmigo.
Me levanto de la cama con esfuerzo y me dirijo a el cuarto de baño para darme una rápida ducha, mi aspecto, bueno, realmente no es muy agradable que digamos, pero no estoy en condiciones para preocuparme por eso.
Las últimas semanas mi aspecto es lo último que me preocupaba, entre peleas y sentimientos encontrados, el como me vean las personas me venía importando poco.
Seco mi cabello después de bañar y me pongo unos jeans negros rotos de la rodilla, una blusa sencilla fajada y mis tenis blancos de siempre.
Dejo que mi cabello caiga por mi espalda y cuelgo la mochila en mi hombro izquierdo.
Al bajar me sorprende ver a mamá y a papá en el comedor, así que esta vez decido desayunar en casa.

- Buenos días - Saludo y ellos responden igual.
- ¿No vas tarde Becka?
- No, entro hasta las 8, son las 7:15 mamá
- Bien ¿Jaden vendrá por ti? - Siento como mi pecho se contrae y doy una leve sonrisa a Cristina que deja el plato frente a mi.
- Hoy no. - Le respondo a mamá y meto un bocado de huevo revuelto a mi boca.
- ¿Tuvieron problemas? - Me pregunta, mirándome a los ojos.
- Algo así
- Será mejor que los arregles - Imposible.
- No creo que se arreglen esta vez, madre... - Tomo un trago de jugo de naranja y pienso mejor mis palabras - Jaden y yo... Terminamos. - Escucho a mamá toser escandalosamente y mi padre deja por un momento su celular.
- ¿Cómo es eso posible Becka? - El tono de su voz es molesto y se que muy en el fondo está conteniendo las ganas de gritarme.
- Nada será para siempre madre
- ¡No digas estupideces! - Y aquí vamos - ¿Cómo puede ser posible que ayas terminado con Jaden?
- Yo no lo termine - Le respondo, clavando el tenedor en otro trozo de huevo.
- ¡No me importa como fue, tienes que volver con el!
- No puedo obligarlo a que regrese conmigo mamá, eso sería egoísta
- ¿Pues que le hiciste?
- Nada
- El es un buen muchacho, seguro hiciste algo que lo molesto, Becka, háblame con la verdad
- ¡Bien! Está gustandome un chico de mi nuevo instituto ¿Contenta? - Respondo levantado la voz y el silencio se sitúa en el comedor, una risa irónica y que me hace sentir mil puñaladas en mi pecho, sale de su boca.
- ¿Un chico de clase media Becka? - Mi madre deja la servilleta junto a su plato y se levanta de la mesa - Un chico, de clase media ¿Gustandole a mi hija? ¿A una Donaire? - Otra risa sale de su boca - Por Dios ¿Que hice para tener una hija tan incrédula?
- Yo... Será mejor que me retiré
- ¡No Becka, vas a escucharme!
- ¡No quiero hacerlo!
- ¡Basta las dos! - Veo a papá levantarse y poner sus dedos en la frente. - Esto nos puede causar severos problemas ¿Lo sabes verdad?
- Papá, Jaden y yo terminamos bien, no les afectará en nada
- ¡Claro que sí! No sabes los planes que teníamos, ¡Ustedes dos juntos serían la pareja más rica del mundo! La boda iba a ser perfecta
- ¿Disculpa? - Arrugó el entrecejo y me levanto de la mesa - ¿Quien te dijo que yo quería casarme con Jaden?
- No es que quieras, lo vas a hacer
- Lena, no podemos obligar a Becka que se case con el si no lo quiere
- ¡No es que quiera Leroy!
- ¡Es mi decisión mamá! Solo yo debo elegir con quién casarme ¡No tu!
- Pues ya te dije ¡Arregla las cosas con Jaden y punto! No habrá lujos hasta que vuelvas con el, así que quiero que dejes las llaves del auto en la mesa
- Mamá, no puedes
- ¡Las quiero ya!

Querido Ash.  [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora