Querido Ash. [Corrigiendo]

CAPITULO EXTRA 2.

Brenda Morgan

Camino apresuradamente dando vuelta a la calle y perdiendo de vista el auto de Jaden, cojo con más fuerza mi bolsa.

Sé que no fue buena idea bajarme por estos rumbos, además de que mi casa queda prácticamente a diez cuadras de aquí, por lo que se, Jaden vive a el otro lado de la ciudad y en definitiva no quería molestar.

Escucho el sonido de un celular sonar y reviso mi bolso, es el de Ash, pero el número es desconocido, lo miro dudosa, pero al final respondo.

— ¿Sí? — Escucho la respiración de alguien a el otro lado de la línea pero no responde, miró a ambos lados de la calle y vuelvo a responder. — ¿Sí, quien habla?
— Ash Thompson — la voz suena ronca y es de hombre. — Cuídate, tú eres el primero

Escucho el finalizar de la llamada y miró el celular asombrada, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo y miró hacia atrás.

¿Que quiso decir?

Camino más rápido y guardo el celular, ¿Sería el hermano de Mackenzie? ¿Alguien a quien le quedó a deber algo? Niego, y quito de mi mente todas las ideas que empiezan a venir.

Saco mi celular rápidamente, busco el número de Mack, pero no sería buena idea, está con Evan, no sería justo interrumpirlos, la madre de Ash se viene a mi mente, pero ¿Y si solo fue una llamada de broma? Sí solo querían jugar con el y yo estoy alarmandola a ella.

Vuelvo a guardar mi celular, creo que debería hablar con el de eso mañana, no sería buena idea empezar a decirle lo que pasó por teléfono a alguien, solo alarmaría.

Doy la vuelta en otra esquina, ya solo faltan dos cuadras para llegar a casa, al fin, estoy cansada, asustada, solo quiero llegar y darme un buen baño.

Camino un poco más despacio, el lugar ya lo conozco mejor y ya no me preocupa tanto, empiezo a buscar las llaves de casa, entonces lo escucho.

Me giró rápidamente para ver la camioneta acercarse a toda velocidad por la calle, suelto las llaves asustada, pero mis piernas no logran reaccionar, y cuando lo hacen ya es tarde.

Dos hombres bajan de la camioneta con pasamontañas, y me toman fuertemente, otro cubre mi boca con algún trapo y empiezo a sentir un fuerte mareo, justo cuando me suben y escucho el cerrar de la puerta, pierdo el conocimiento.