La isla del exilio: una nueva oportunidad

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Jacs, Kira y Valtron tuvieron que enfrentarse valerosamente a Fragar, pero a pesar de todos sus esfuerzos fueron vencidos en batalla por el poder de la oscuridad.

El cuerpo inconsciente de Kira yace tenida en el suelo de un bosque. Una voz que la llama le hace recobrar gradualmente la conciencia. Cuando se despierta, cree que la persona frente a ella es Jacs, pero cuando sus ojos se abren por completo se lleva una gran decepción al ver a Bargan, el viejo que conocieron en el calabozo. La sensación de una ligera llovizna en el rostro termina por despertarla.

Kira –Hmm… que… ¿Qué pasó?

Bargan le ofrece la mano ayudándola a levantarse. -¿Está usted bien, señorita?

Cerca de ellos está Valtron, apoyado en una roca. –Parece que sobrevivimos de milagro al ataque de Fragar.

Kira -¿Qué?,  pero… ¿cómo?

Valtron hace un recuento de los hechos:

“Cuando Fragar nos atacó me encanté a mí mismo con magia de viento para poder salir de allí, pero la explosión fue más violenta de lo que esperaba y fuimos lanzados fuera del castillo. Apenas pude usar mi magia contigo antes de ser golpeados por la onda de choque. Tal parece que, aunque los dos perdimos el conocimiento, el hechizo mantuvo su efecto y nos salvó de una muerte segura al caer de una gran altura. Cuando desperté Bargan me ayudó a cargarte hasta este lugar”.

 

Bargan –Fue una suerte salir de allí antes de que los soldados de Fragar los encontraran.

Kira –¿Dónde estamos?

Valtron –Todavía estamos dentro de la ciudad.

Bargan –Descuiden, este bosque está en la parte más remota del reino. Es poco probable que nos busquen aquí.

Kira entonces revive los momentos de la pelea en la que ve a Jacs ser devorado por la oscuridad -¿Dónde está Jacs?, ¡qué pasó con él! –buscándolo con agitación.

Valtron aparta la mirada –No… no tuve tiempo de hechizarlo a él también. Además, fue el único que recibió el conjuro directamente.

Los ojos de Kira se arrastran mientras aprieta los puños con fuerza –Yo…. Tengo que volver allá…

A ese punto Valtron se interpone en su camino -¿¡Estás loca niña!? ¡No podemos hacer nada!

Bargan –Él tiene razón. ¡Regresar ahora sería una locura, señorita!

Ella baja la vista sintiéndose impotente -…quizás no ahora, pero juro que Fragar pagará por esto.

Entre tanto, en un lugar desconocido, Jacs despierta  en lo que parecen ser las ruinas de una ciudad en el medio de una jungla. Cerca de allí  encuentra su espada, que recoge de inmediato poniéndola de nuevo en su funda que lleva detrás de la espalda.

Signos EtéreosWhere stories live. Discover now