A la conquista del pueblo salvaje: Travesía por el desierto parte 1

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Después de la búsqueda de la esencia del viento, misma que fue robada por Valtron, Jacs y Kira viajan al suroeste cruzando una pequeña franja marítima en barco para ir tras la pista de la esencia de tierra, en un nuevo continente.

Los dos se encuentran en la proa de un gran barco, que está a punto de llegar al muelle.

Kira -tonto, tonto, tonto... –le repite a su compañero sin cesar una y otra vez, en tono aburrido.

Jacs -¿Quieres dejar eso ya?, hace más de dos meses que sigues enojada por que Valtron se llevó la esencia del viento.

Kira –Y lo seguiré estando hasta que la recuperemos. Un medallón de tierra es reemplazable, ¡pero la esencia es única en su tipo!, mientras él tenga esa esencia, tiene ventaja sobre nosotros.

Jacs -¿Ventaja?, pero si nosotros tenemos las esencias de fuego y agua. Además, ahora sólo cuenta con el poder del viento, ya que nos quedamos con su medallón de tierra.

Kira -¿Y no te has puesto a pensar en la posibilidad de que haya huido con la esencia?

Jacs -Él volverá por su medallón, es un mercenario y un cazarecompensas. Es evidente que alguien le pagó para aniquilarnos.

Kira –Querrás decir que alguien le pago para aniquilarte a ti. –Tras lo cual hace una breve pausa y suelta un suspiro-. No tiene caso discutir contigo...

Finalmente el barco llega finalmente a puerto permitiéndoles desembarcar. Una vez tocan tierra, ambos dejan el bullicioso muelle adentrándose en el desierto. Las horas pasan lentamente bajo el sol abrasador sin que ellos puedan ver más allá de un árido y monótono paisaje que parece no tener fin. Cuando llega la tarde divisan algo en el horizonte que resulta ser un pueblo que parece estar abandonado. Al llegar al lugar, comprueban que no hay nadie a la vista.

Jacs –Este lugar parece pueblo fantasma...  –deduce al no ver signos evidentes de actividad.

Kira -Pues con este calor, no creo que nadie viva aquí –agrega cubriéndose la frente con una mano del inclemente sol-. ¿Quién querría vivir en un lugar como este?

Jacs –Pues entonces tendremos que ver si hay provisiones por aquí, la esencia está todavía  lejos de nosotros.

Kira -¿Aún estamos lejos de ella? –inquiere en tono quejumbroso-, Jacs, no sé si resista caminar con este calor hasta allá. –dejándose caer de rodillas al suelo.

Jacs -¡Ánimo!, tú eres muy fuerte –le dice para animarla al tiempo que le da una fuerte palmada en la espalda mientras ella sigue de rodillas, lo que la hace caer de cara al piso. Ella se levanta de inmediato, furiosa y lista para golpearlo cuando escucha algo.

Kira -¿Hum?, ¿oíste eso?

Jacs -¿Qué? Yo no oí nada.

Kira -Ahora vuelvo, voy a investigar –dando unos pasos, dejando atrás a Jacs.

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Con toda calma, Jacs se sienta en el pórtico  de la primera casa que encuentra para refugiarse de los rayos del sol de la tarde mientras espera a su compaéra. Entonces nota que cerca de él, en el piso, hay un vaso con agua fresca. Se levanta de un salto y se dirige con intención de tomarlo cuando siente por detrás el cañón de una pistola apuntándole directamente a la cabeza mientras una voz amenazante detrás de él que le dice: -¡Quieto! ¡No intentes nada y no te muevas!  –Por un momento Jacs considera sacar su espada y hacerle frente al enemigo, pero cae en cuenta que sería absurdo intentar ganarle a la bala estando tan cerca de su cabeza, por lo que alza las manos en señal de rendición.

Signos EtéreosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora