..Estoy a poco de perderla.

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Su novia está en coma"

"Su novia está en coma"

"Su novia está en coma"

.......

Aquella frase destruye todo de mi. A penas llegué al hospital preguntaron por los familiares de mi novia, y fue cuando el doctor me dió una de las peores noticias que me han dado en la vida.

Makis, la persona mas importante para mi, perdió mucha sangre, la bala provocó un gran daño interno. El doctor dijo de que fue un gran milagro de que no perdiera la vida.

En ese momento no sabía que hacer, o que decir, simplemente me derrumbé en uno de los frios asientos ubicados en la sala de espera de este hospital.

Froté repetidamente mi cara con mis manos intentando convenserme de que todo estará bien, que el coma no durará mucho... O bueno, eso era lo que quería pensar.

Miré al doctor con los ojos llorozos, implorandole con la mirada que me dijiera que todo esto es mentira, que todo esto es un sueño.

Nuevamente sus palabras me de volvieron de golpe a la realidad.

-..Como le decía joven, su novia está en estado de coma- dice con sutileza intentando mostrarme su compresión ante la situación que estoy viviendo- ..Y la verdad es que... No se sabe cuando ella podrá despertar talvez en dias, semanas, meses, años..o nunca-.

Sentí rapidamente una fuerte presión en el pecho, mi cabeza dolía, todo me daba vueltas.

La noticia fue demaciado fuerte para mi, tanto que, incluso me desmayé.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Desperté en lo que parece ser una una camilla, mi cabeza dolía feo, peor que resaca.

Me levanté con cuidado de la camilla y luego recordé el porqué estoy aquí. Mi cara de dolor cambió a una de tristeza.

Me dirigí a la recepción y ahí se encontraba la típica señorita con uniforme de enfermera.

-Señorita, ¿me podría decir en que habitación se encuentra la señorita Maria Cristina de Ángulo Botero? ¿Porfavor?-.

La señorita asiente y escribe algo en la computadora que tenía en frente de ella.

-Habitación número 35, en aquel pasillo- apunta al pasillo que se encuentra cerca de los baños.

Le doy las gracias y me encamino hacía el dichoso cuarto.

Al entrar mi corazón se rompe al ver aquella escena.

Mi Makis, mi bebé estaba en aquella camilla, con sus ojos completamente cerrados, su piel trigueña estaba pálida, todo su diminuto cuerpo conectado a un montón de cables y maquinas.

Cubro mi boca con mi mano intentando no llorar, pero se me hace implosible.

Lloré porque no pude hacer nada para protegerla, lloré porque todo esto era mi culpa, lloré porque estoy a poco de perderla.

¿Casualidad? -Olkis- Makis y OlgaWhere stories live. Discover now