𝐁𝐔𝐑𝐍𝐄𝐃 | ❝No soy un jodido santo.❞
「 𝐀𝐥𝐟𝐢𝐞 𝐒𝐨𝐥𝐨𝐦𝐨𝐧𝐬 • 𝐏𝐞𝐚𝐤𝐲 𝐁𝐥𝐢𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬 」
alfie solomons x oc.
historia traducida al español.
créditos a su autora: 𝐭𝐨𝐛𝐢𝐞𝟏𝟐𝟑.
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Louise sabía que había algo en la mente de Alfie. Durante días estuvo mucho más tranquilo de lo habitual. Era inquietante por decir lo menos porque no podía precisar su emoción exacta. No estaba enojado o estaría despotricando con cualquiera que estuviera al alcance del oído. No estaba preocupado porque haría todo lo posible por actuar con calma y compostura.
No, era algo completamente nuevo. Y sin embargo, dijo que estaba perfectamente bien cuando ella lo interrogó.
Entonces, una noche, se puso el abrigo después de la cena. Louise y Evelyn estaban de pie junto al fregadero terminando los platos.
—¿A dónde va, entonces Sr. Solomons?
Preguntó la criada. Louise miró, con una toalla en mano.
—¿Alfie?
Parecía inquieto y poco interesado en una discusión. Parecía que había intentado escabullirse sin que ellas lo supieran.
—Vuelvo tarde.
Él respondió con brusquedad, pero eludió la pregunta real.
—Alfie, ¿a dónde vas?
Louise repitió la pregunta de Evelyn. Sus ojos azules se concentraron en abrocharse el chaleco y comprobar la hora.
—Negocios, amor.
—¿Negocios? ¿A esta hora?
—No hay necesidad de preocuparse. No hay nada malo.
Lo prometió pero, por supuesto, la mayoría de sus tratos podrían ser clasificados como malos para el espectador común. Louise se mordió el labio. Obviamente estaba preocupada por su falta de detalles, pero no podía detenerlo.
—Está bien. Mantente a salvo.
Su voz era débil por la complacencia renuente.
Él la miró, con una pizca de culpa cruzando su rostro. Un suave suspiro se escapó de sus labios y entró en la cocina. La besó suavemente casi como una disculpa.
—Buenas noches, nos vemos en la mañana.
Murmuró y se puso el sombrero antes de irse. Evelyn volvió a lavar pero Louise se sintió incómoda.
—Me está ocultando algo.
Ella le dijo a la joven.
—Él nunca te sería infiel, Louise—le aseguró Evelyn—. Estaría perdido sin ti.
—No me preocupa eso, Lyn. Me preocupa que se esté metiendo en algo peligroso.
Ella admitió.
—Y creo que tiene algo que ver con los Shelby.
Eran casi las tres de la mañana cuando Alfie finalmente regresó a Londres. Hizo todo lo posible por permanecer callado al entrar en el piso, pero las escaleras crujientes lo delataron.
