XIII. Enamorando a la familia de mi novio.

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*Narra Mista.

Eran ya medio día, Giorno permanecía sentado en el sofá teniendo los ojos bien abiertos sobre la ventana principal de la casa, esperaba que al menos el teléfono sonará o que alguien, quien sea, fuera por él. Si estuviera en su situación, elegir a mi familia sobre mi amor...preferiría morir.

-¿Mista?- me llamo Bruno en la cocina, fue tras él.-Mista, quítate ese traje lo vas a ensuciar.

Aun tenía el traje de gala, estaba totalmente arrugado, pero lo sentía bastante cómodo, además me sentía atractivo, tan solo el caminar por la casa y ver que sus ojos azules me seguían con un brillo lívido pese a la situación.

-El padre de Giorno acaba de llamarme.

-¿Qué te dijo?- mi voz se quebró, una parte de mí esperaba ya lo peor.

-Que lo dejes ir.- Bruno me miro con una tristeza maternal, como si me hubiera perdido a mí o a Narancia.

-Lo llevaré a casa.

-No.- me detuvo con su mirada.-Fugo lo llevará a unas cuadras, Josuke lo esperara a él.

-No le tengo miedo a su familia.

-¡Tu no, pero yo si!- alzo la voz que sentí más de una presencia viéndonos sobre la puerta.-No irás, hazlo entender. El señor Joestar te quiere ver a ti, en este lugar.

Un café bastante retirado.

-En cuanto Giorno salga de aquí, ve a verlo. Seguro te dará protección.

-Bruno.- me mantuve nervioso temblando, me le acerque para abrazarlo como nunca.

-Te ves muy maduro, como si hubieras crecido tanto.- me susurro en el oído.-Cámbiate, si quieres ir formal en el armario hay algunas camisas y pantalones míos, seguro te quedan.

Tarde varios minutos, en volver a verlo, todo desarreglado y pálido, con la mirada perdida.

-Tienes que irte.- le dije de manera fría.-Giorno.- me miro triste y sin sentimiento.

-¿Qué va a pasar?- me volvió a preguntar con un tono melancólico.-¿Mista, que va a pasar?

-No puedo darte a elegir, yo no soy quien.

-¿Qué harías tu?

-Preferiría aventarme de un puente.- le respondí con la mayor sinceridad posible.

-No quiero, no quiero dejarte.

Sus ojos azules me miraron, eran tan transparentes, brillaban con una intensidad tan calma, sus labios estaban tan secos.

-Yo iré por ti. Voy a luchar por ti. Ve con tu familia, no hagas enfadar a tus padres, yo solo soy tuyo y te juro que regresaré.

-No quiero Mista. - su voz sonó fría. -Si he de decidir, no quiero verte más.

Lo mire con enojo, pero Giorno nunca mentía, no de esa manera y su voz era tan firme como la de su padre Dio.

-Gracias por todo, Mista. Pero yo prefiero a mi familia.

Fugo tardo unos minutos en aparecer e interrumpir un incómodo silencio, seguro que había escuchado, abrió la puerta esperando a que Giorno saliera.

-Yo tampoco te hubiera preferido. - le respondí. -Pero hubiera luchado.

-No mientas. - me dijo con mirada de desprecio.

-No me importa.- Salí tras ellos.-No me importa nada, yo hubiera luchado, me oyes. ¡Y es lo que voy a hacer! ¡No me importa tu familia o tus padres, yo voy a luchar por ti!

-¿A dónde vas Mista?- me grito Leone por la ventana.-¡Mista!

-Voy a enamorar a la familia de mi novio.- tomé un taxi y fui a ver al señor Joestar.

Eran pasadas las 2 de la tarde, venía hecho furia, tenía el olor a humedad sobre la ropa, no fue difícil encontrar al Sr. Joestar, supongo que al vernos pensamos lo mismo él uno del otro "te ves fatal". Traía aquel traje y aquel suéter que le regale, me senté frente a él.

-¿Qué te dijo Giorno?

-No quiere volver a verme.- le respondí de mal humor, no era mi intención, el siempre fue tan amable, hasta en aquellos momentos lo era.

-No te desanimes.

-No lo estoy. Sr. Joestar, no lo voy a dejar ir. Lo amo, amo tanto a su hijo.- sentí que iba a llorar, pero el orgullo denotaba en mí.

Varios, chicas y chicos me miraban con cierta extrañeza. Pude ver mi reflejo entre las vitrinas de vidrio, solo para verme, era verdad, me sentía y me veía mucho más mayor.

-Te voy a ayudar.- dijo Jonathan con una voz diferente a su persona.

-¿Por qué?

-Ya me canse de alimentar el orgullo de mi familia, de Dio y mis hijos. Además, pienso que eres la persona que mi familia ha estado esperando.- sonreía.-Otro Jonathan Joestar. Te compararon conmigo, todos en la fiesta. Dicen que los hijos buscan en sus parejas algo relacionado con tus padres. ¿Cómo son tus padres, Mista?

-Yo no creó que...

Y cruzo por mí, la imagen de Leone, recuerdo el día que adoptaron a Narancia, Leone no se le separaba, lo quiere tanto y cuando Fugo comenzó a hablarnos y venir, aquella actitud, violenta, era inteligente, sus cabellos, su mirada, su terquedad, pero siempre hacia reír a Narancia por más enojados que estén...como Leone lo hacia con Narancia cuando era un niño.

-Físicamente, mi padre se parece a Giorno.- sentí cierta vergüenza.-Son tercos, pero ellos siempre prefieren a la familia por sobre todo.

-Lo único que hay que hacer es poner a todos de tu lado, mostrar al verdadero Guido Mista y como es que...- Jonathan se sonrojo.-¿Cómo conociste a Giorno?

-En la escuela, no tenía amigos y yo tampoco, además era muy inteligente y siempre fue paciente conmigo.

-No te dejes vencer, Mista. - me sonreía tan amable.-Si de verdad amas a Giorno, te quiero ayudar...

-Voy a tener que empezar de nuevo. ¿verdad?

-Si.
















-¿Qué tan difícil puede ser, enamorar a la familia de mi novio?

Soy tan ingenuo.

ENAMORANDO A LA FAMILIA DE MI NOVIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora