ENAMORANDO A LA FAMILIA DE MI NOVIO.

XII. Un último recuerdo.

Giorno despertó, su vista quedo algo nublada pues la luz del sol se colaba entre las cortinas blancas pegándole directo en la cara, se sentó sin recordad por unos minutos nada de lo ocurrido durante la madrugada.

Su cabello despeinado se había pegado en parte a su rostro, poso sus manos sobre su rostro bostezando, quito aquellos mechones para luego alzar sus brazos, estirarse, trono su delgado cuello y sus hombros, arriba, por frente y a un lado...

-Auch.- era la voz de Mista.

Giorno reacciono, se tapo con las cobijas pensando lo peor, pero tenia una dulce camisa (enorme para él) y un pantalón se tela polar. Miro sonrojado a Mista, quien solo lo miraba, parecía algo maduro.

-No supe si despertarte antes o dejarte dormir. El desayuno ya casi esta listo.- le dijo.-¿Cómo estas?

-Necesito regresar a casa.- le respondió algo enojado.-¿Qué paso?

-Tu padre Dio se altero, no se que paso, pero de momento a otro tu familia comenzó a cuestionarme, peor que con Donatello y...

-¿Qué hacías?- dudando un poco de aquello.

-Estaba recogiendo la basura, el desastre de la fiesta, nadie ayudaba al señor Joestar, así que te deje con tu padre Dio, no pasaron ni 10 minutos, cuando comenzaron a cuestionarme, luego tu padre se altero y el señor Jonathan...

-Nunca habían hecho algo así, sus peleas cuando son intensas...se separan. ¿Qué debo hacer?- le suplico una respuesta a Mista.

-Te dije que solo quería verte dormir tranquilo, solo una noche...

-Mista.

-Es tu familia, Giorno. No puedo obligarlos, no puedo.- las manos del rubio se posaron sobre las mejillas coloradas de Mista, quien solo bajo la mirada.

-¡Mista, con un demonio!- grito Narancia.

-¡Narancia!- era la voz de Leone.-¡Grítale más fuerte!

-¡Ya los dos!- era Bruno

El rostro de Giorno pronto se turbo más.

-Ellos no saben que estoy aquí.- dijo preocupado.

-¿Ah, no?- sonrió.-Bruno no dijo nada, pero...tuve que ir al baño...

4:30 am.

-Mista, ya regresaste.- Leone salía del baño con el rostro empapado y secándose con una toalla.-¿Qué tal te fue?- pregunto de manera casual esperando una respuesta "termine con Giorno".

-Bien.- dijo.

-Que bien. ¿Por qué has llegado tan tarde?

-Ayude a limpiar.

-¿Estas cansado?

-Si, baile mucho.- decía apresurado.

-Hay que lavar tu traje esta muy sucio. ¿Por cierto tienes loción para el rostro?- se tocaba la barbilla, se había rasurado lo poco de vellos que tenía. Miro a Mista nervioso.-No te preocupes lo ire a buscar a tu habitación, ve al baño.

-No, Leone.

Pero el mayor se apresuro, abrió la puerta de la habitación y comenzó a buscar.

-¿Dónde la tienes?

Cuando la vio en el taburete del costado, fue por ella y se sentó sobre la cama. Un torbellino le recorrido la espalda, tembló como un gato. Se levantó de golpe y quito las cobijas, mirando a Giorno totalmente dormido, despeinado y con algo de maquillaje corrido.