3 - Premonición

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NA: Este tercer extra es canónico dentro de mi historia de Las Perlas de Agra y está dedicado a AnaKarenLuna0, quien a través de Wattpad me pidió un extra de la Navidad de John de niño.


3 - Premonición


La vida está llena de caminos ocultos y sorpresas inesperadas. Un desafortunado giro de los acontecimientos bien podía ser el principio de un desastre o el comienzo de algo nuevo y absolutamente excitante. Esto último, sin duda, era lo que le había ocurrido al doctor John Watson aquel año, 1887, tras regresar de Afganistán enfermo, solo y sin un penique.

Pensaba que todo había acabado para él, que a sus 35 años, convertido en un despojo más de la hambrienta sociedad del Imperio, ya solo le restaba pasar el resto de sus días en silencio, atormentado por los fantasmas de un pasado siempre presente, esperando que la muerte piadosa lo acogiese.

Pero John Watson no era un hombre que se rindiera fácilmente. No hubiera podido hacerlo aunque hubiese querido pues no estaba en su naturaleza, de modo que siguió avanzando aunque no tuviese ánimos ni esperanzas. ¡Y qué suerte haberlo hecho! ¿Quién hubiera dicho que se encontraría ese mismo año pasando las Navidades en un bonito piso céntrico con un compañero de lo más interesante y de que incluso su dolencia hubiese quedado atrás?

Hacía menos de dos meses que había conocido a Sherlock Holmes y la confianza aún no se había terminado de forjar entre ellos. Se trataban formalmente, con una cordial distancia que se reducía cada día, pero haría falta un mes más para que diesen el paso crucial de llamarse el uno al otro por su nombre de pila, sin embargo ya por aquellas fechas era más que obvio que ambos caballeros disfrutaban de la compañía del otro e incluso la buscaban.

La condición de John de omega no había supuesto ningún tipo de problema incluso aunque Sherlock fuese un alfa, pues ambos eran de muy baja clase y John podía asegurar que no había visto el celo desde el primero que tuvo, lo que le había permitido llevar una vida como un beta.

Holmes, que había adivinado desde un primer momento el sexo secundario de Watson de una manera casi misteriosa, había admirado y alabado el esfuerzo consciente que había hecho toda su vida para que eso no afectase a su vida profesional. "Eres de los míos" le había dicho Sherlock y John había sentido un extraño cosquilleo de satisfacción ante su reconocimiento.

Desde un primer momento la fascinación que había despertado el detective en el doctor en más de un sentido se había hecho evidente como un secreto a voces y aquella primera Navidad juntos, con unas copas en la mano parecía que invitaba a hablar e intimar como lo estaban haciendo.

- ¿No le parecen absolutamente irritantes y absurdas estas fechas? Uno parece obligado a sentirse feliz y de repente todo el mundo intenta parecer más caritativo y amable incluso en contra de su naturaleza. - dijo Holmes mientras apuraba su copa de whisky.

- ¿Y eso no es bueno? ¿No deberíamos aspirar a ser una sociedad más acorde con esos valores? - comentó divertido Watson antes de dejar que el líquido ambarino le acariciase su frondoso bigote.

- ¡No, por Dios! ¡No sea ingenuo, doctor Watson! ¡Usted mejor que nadie sabe que el Imperio se construyó con sangre, no con buenas intenciones! - argumentó mientras se levantaba de un salto y cogía su violín, tirado en el sofá, para dirigirse a la ventana con él. No había terminado de colocárselo en el hombro cuando John volvió a hablar.

- Sí, lo sé. ¿Pero cuál es su opinión al respecto? ¿Le parece bien?

- Lo que me parezca es irrelevante, solo me ciño a los hechos. - contestó mirándolo de reojo y después fijó su vista en la ventana y comenzó a tocar el violín, enérgico pero comedido, sin errar una sola nota, una melodía perfecta.

Pide un deseo [Johnlock]Where stories live. Discover now