Capitulo 12: "The worry of something new"

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La velada con los amigos terminó rápidamente. El departamento había quedado hecho un lío, tras las desesperadas luchas de Louis por que Harry usara una servilleta, e incluso por mis chistes y bromas que provocaban que de vez en cuando ambos amigos se acercaran a hacerme cosquillas; cualquiera pensaría: “Estaban por hacer un trío. Louis estaba por dejar cornuda a Charlotte” pero en realidad estaba lo más alejado de ser aquello.    

Respiré al entrar en mi apartamento que al menos olía mejor que el de mi vecino. El ruliento llegaría mañana por la mañana, a las 11 pm aproximadamente a enseñarme Italiano. Tomé mi pluma “Colombus” y ligeramente comencé a escribir en el trozo de papel blanco que formaba parte del viejo y algo desgastado diario…

Querido Diario:

¡Aquí Valerie! Pues hoy han pasado de verdad muchas cosas. Salí con un chico, Josh Devine, si puedo recordar bien. Era guapo, pero el insistente sentimiento creciente en mi pecho me preocupa. Espero no estar enfermándome.

La pasé de maravilla cuando paseamos en… Góndolas –si así creo que se llaman, Góndolas- y después fuimos al parque. Había unos hermosos columpios, me recordaron a casa. La forma en como mi madre me empujaba en ellos, el aire abrazando mis cálidas mejillas, y la forma en la que sentía que me caía. Todo aquí parecía recordarme a ella, y no entendía el porqué.

Al volver a casa, una sorpresa aún mayor me aguardaba. En la puerta del departamento de Louis Tomlinson; aquel vecino castaño, novio de Charlotte, una figura masculina y conocida atormentaba mis pensamientos. Era Harry Styles, el mismo chico que me había cruzado en la feria ahora estaba posado en el marco. Eran mejores amigos ¿Cuántas coincidencias no?

En fin, comimos pizza; La deliciosa mezcla de salsa de tomate y queso inundó mi boca. Jamás había probado cosa semejante, fue delicioso. Al final, nos reímos contándonos chistes, y hasta creo haberme acercado un poco más a Harry cuando este aceptó –algo sorprendente para mis oídos- a ser mí… ¡Profesor de Italiano! ¿Increíble no? Bueno, al demonio con este sentimiento punzante, podrá esperar otro día más.

Cerré aquel pequeño libro rosado, casi fucsia, y me fui a dormir. El día de mañana sería todavía más duro, y lo que me esperaba era increíblemente bueno. Lentamente los parpados caían pesados sobre mis ojos, incitándolos a que se cierren por completo y que se dejaran caer en un largo y profundo sueño.

>Autor<

-Sabes Louis, me alegró verte. –Murmuró mientras se levantaba del sofá de color grisáceo de la sala, minutos más tarde de que Valerie saliera por la puerta.

-Pues parece que no fui el único al cual te alegraste de ver. –Incitó aquel castaño mientras sus cejas se alzaban en una forma que Harry tranquilamente pudo denominar como –Burlona-

-No se a que te refieres. –Mintió.

-¡Oh por favor! –Casi gritó Louis mientras se levantaba de golpe del sillón para lanzarle una mirada acusadora a su compañero. –Eh visto como mirabas a Val ¿Te gusta no es así? –Terminó mientras una de sus manos se apoyaba en la espalda de su compañero, casi esperando que el ruliento escupiera toda la verdad. Casi rogando de que Harry admitiera que su joven vecina le atraía aunque sea un poco como para saborearla con los ojos. El joven simplemente se dispuso a mirar hacía otro lado, no sabía que responder.

Dear DairyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora