Capitulo 31: "Gracias Liam Payne"

723 11 7
                                    

Comenzamos a caminar por el puente. Era un lugar hermoso, lleno de misterio y soledad. Una lágrima resbaló por mi mejilla; aquello era algo admirable. La forma en que labraron la piedra, las columnas asimetricas y la vista era algo que mis ojos no dejaban de ver.

Presioné fuerte la mano de Harry y me acerqué a él. Algo en mi corazón se achicó y soltó una bocanada de aire para hacerme estremecer por dentro.

-Harry, tengo que preguntarte algo. -Exclamé con voz firme y sin rodeos. Iría al grano lo más rápido posible, quería acabar con esta duda que carcomía mi cerebro desde lo más profundo.

-Lo que sea Val.

-Me gustaría saber algo Harry. Exactamente, ¿Que somos nosotros? -En mi rostro se podía notar la inocencia e impaciencia. Quería oír de sus labios decir un 'Ti amo Val' y suspirar aliviada pensando que somos novios, y no tan solo unos amantes.

-Valerie Cook, ¿Te gustaría ser mi primera y última novia? -Exclamó el con una sonrisa en los labios. Mi corazón comenzó a saltar de alegría, e incluso mi cuerpo lo hizo. Me había abalanzado hacía Harry.

Él me tomó de la cintura y me elevó, para luego darnos y tierno beso. Era increíble las cosas que este muchacho me hacía sentir. Todas las mariposas existentes del universo se encontraban ahora en mi estómago. Incluso podía sentir pisadas de elefante en mi corazón, y un calor ardiente subir por mis mejillas cuando la mano de Harry rápidamente agarró uno de mis muslos para alzarlo hasta su cadera.

-Harry, no... no creo estar lista para esto todavía. -Exclamé dudosa. Tal vez si le decía eso, él se iría. Tal vez se iría para siempre; y no de una manera temporal como aquella vez. Cerré mis ojos, y fruncí el ceño. Él me besó tiernamente y sobre mis labios exclamó: "Puedo esperarte la vida entera, con tan solo ver tu sonrisa por las mañanas"

Luego de dos laboriosas semanas, el restaurante estaba listo. Había quedado hermoso, adornado con lindas pinturas de artistas anónimos, y manteles rojizos que le daban un encantador aire Veneciano. La iluminación había costado un poco ubicarla, pero gracias al equipo que Liam previamente había contratado, pudimos establecerla sin previas dificultades. Los baños fue lo más complicado; estuvimos una semana entera para cambiarlos y adornarlos con lo mejor que se nos otorgó

-Bueno, creo que eso es todo Val. -Exclamó Liam mientras se refregaba de la frente las gotas de sudor que le caían.

-Liam, encerio que te agradesco todo lo que haz hecho por mí. No creo que haya sido coincidencia conocerte. Encerio, gracias. -Exclamé mientras le abrazaba efusivamente. Liam correspondió mi abrazo.

-Val, te mereces toda la felicidad del mundo. -Murmuró a mi oído. -Sin embargo, ¿que te parece si probamos tus habilidades como Diseñadora de Interiores abriendo el restaurant? -Exclamó mostrando una amplia sonrisa. De esas que él hacía para relajarme. Una lágrima volvió a bajar por mi mejilla y lo abracé.

-Encerio, gracias.

Dear DairyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora