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El pulso de Camila vivió y saltó contra cada vena de su cuerpo, de repente quedándose inmóvil y a penas consciente de lo que sus ojos veían. Un vez más y cuando jamás lo creyó posible, _______ Rinaldi se encontraba frente a ella dedicándole una sonrisa que denotaba cierto abatimiento.

Para Camila la ojiverde no lucía igual a su primer encuentro, ya no había seguridad o autoridad en sus ojos ni la visible complicidad perversa en su expresión impenetrable. En cambio, perecía decaída y afligida con los ojos apagados e inexpresivos que solo denotaban cansancio y pena. A Camila le bastó un instante para ver todo aquello en el rostro de _______, entonces necesitó de toda su fuerza para reprimir el impulso de besar sus labios resecos.

―¿Camila?

Ella parpadeó, de repente lúcida respecto a lo que acontecía a su alrededor, sin embargo no se atrevía a articular palabra alguna.

―Tenemos que hablar, yo...

______ empezó siendo interrumpida por una familiar voz.

―No, no. Ella no va a ninguna parte contigo.

Dinah Hansen hizo su aparición detrás el mostrador siendo acompañada por Ally que parecía desconcertada. Guardando silencio, ______ miró directo a los ojos de la castaña como si no
hubiese escuchado la advertencia de la otra mujer.

En cambio ella repitió.

―¿Camila?

—Camila no quiere hablar contigo, así que esfúmate.—irrumpió de nuevo la rubia ganándose por fin la atención de _______.

Ally, a unos centímetros de su novia estudió a ______, percibiendo algo desconocido e intenso en su actitud renuente que le decía no se rendiría con Camila. Sin embargo, la expresión neutral de ésta se le hacía casi indescifrable.

Suspirando, Camila alzó la vista para mirarla.

―Por favor. ―susurró _____ suplicante.

―Estoy de turno, ______... ―empezó siendo detenida por su amiga.

―Ya la oíste, ahora vete. ―dijo Dinah con decisión.

Entonces ______ miró a la rubia con ojos encendidos en cólera y, antes de que pudiese decir nada; Ally se interpuso entre ambas bloqueando con dificultad la mirada casi fulminante que
asechaba a su amante. Volviéndose hacia Dinah dijo.

―Cariño, dejémoslas solas ¿sí? ellas necesitan hablar.

―Pero... ―refunfuñó ésta.

—Solo será un minuto, Din.—Camila la tranquilizó, conmovida por la preocupación de su mejor amiga.

Siempre intentaba protegerla y por eso la amaba tanto, pero aquello era algo que debía afrontar sola. A su pesar y con renuencia, Dinah cedió tras un sonoro suspiro, pero antes de irse envió a través de sus ojos las advertencias que sus labios
no dijeron.

―Estaremos en el pasillo ¿de acuerdo?―le dijo a Camila.

Aunque sabía ______ no le haría daño, asintió de todos modos para sosegarla. Una vez a solas, se giró hacia _____ y expuso.

―Debo volver al trabajo, así que tienes un minuto para lo que sea que hayas venido a decirme.

Las afiladas palabras se hundieron en su corazón como un puñal, haciéndole más difícil el hablar.

―Necesitaré más de un minuto, Camila.

Camila bajó la mirada y negó con la cabeza.

—Yo...

Desnuda tu alma © - Camila Cabello y tú - Terminada -Where stories live. Discover now