Desnuda tu alma © - Camila Cabello y tú - Terminada -

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Miami

De:ccabelloK03

Para:licenciada_R

Karla, es mi primer nombre. No lo uso porque no me gusta. Sinceramente no sé en qué estaban pensando mis padres.

Prefiero el tuyo.

PD: a partir de las 12:15 pm empieza mi hora libre en el trabajo, así que para mi esta perfecto.

Camila pulsó enviar y se dejó caer en el respaldo de la silla, sacándose las zapatillas bajo su escritorio. Echó la cabeza hacia atrás, de pronto los acontecimientos de ese día regresaron a su mente; tenía un nuevo jefe.

Austin Mahone, demasiado inmaduro cómo para aparentar más de dieciocho, era quién ahora ocupaba la silla de Simon Cowell, su padre. Camila buscaba respuesta a un hecho sin explicación lógica. Sin embargo, Simon no se equivocaba en las decisiones que tomaba.

Por algún motivo razonable su hijo seria el encargado y éste se había comportado a la altura los últimos días. Camila cerró los ojos, dejando de martirizar su cabeza, el dolor por la resaca persistía levemente. Competente o no, todos conservarían su trabajo y eso al final del día, era lo importante.

Sin tocar, Dinah irrumpió en su oficina.

—¿Mejor?—preguntó, mordiendose los labios.

—¿No?—Camila dijo sin mirarla.

—Lo siento.—se disculpó tomando asiento—, la mayoría de las veces funciona.

Camila bajó la cabeza y con una mueca de asco, expresó.

—No me recuerdes esa cosa. Aún puedo saborearlo.—se estremeció, pero logró recomponerse—¿qué tal allá fuera?

—Bien.—afirmó sin mucho ánimo—,  sorprendidos, pero sobre todo contentos de seguir conservando sus puestos de trabajo.

—Es lo que importa.—acto seguido Camila tomó su mano. —¿como estas tú?

Dinah cabeceó.

—Decepcionada, bien sabes he trabajado aquí durante mucho tiempo y casi estaba segura Simon me ascendería de cargo, y ahora resulta tendré que comenzar de cero.—bufó.—, y todo por el mocoso éste.

—Dinah, Austin es el jefe ahora, no puedes ir por ahí expresándote de esa manera sobre él.—reprendió con cortesía.—, quizás vio lo mucho que te esfuerzas cuando trabajó con nosotras. No puedes perder las esperanzas.

—Lo sé.

Tras las palabras de aliento de su amiga, Dinah negó con la cabeza en señal de resignación. Entonces, el tema de los correos electrónicos apareció en su mente. Una sonrisa se formó en su rosto antes de abordarla.

—Ya que nada podemos hacer para derrocar al mocoso, qué tal si regresamos a la conversación de ésta mañana.—apoyando las manos sobre el escritorio, Dinah inquirió—¿quién es ______ Rinaldi?

Camila se puso rígida ante la mención sorpresiva. Había sido una estúpida en creer Dinah dejaría correr las cosas, pero aún así, decidió divagar un poco.

—No tiempo para eso. Tenemos que ponernos al día con el nuevo...

—Karla Camila Cabello.—interrumpió Dinah, su timbre de voz inusitadamente controlado.

Estaba al límite de su paciencia. Le  molestaba que su mejor amiga no confiara en ella lo suficiente como para responder a una simple pregunta que llevaba días evadiendo.

Percibiendo el cambio de humor en Dinah, Camila recapacitó, asociando su molestia con la situación que vivía el centro comercial.

—Respira, Dinah. No puedes llevar tú enfado a lo personal, todo...