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"Reglas de la Sumisa; Desarrolla tu capacidad de autocontrol sobre las sensaciones dolorosas para mejorar progresivamente tus prestaciones.

Verás gozar a tu AMO/A y Señor/a y te sentirás
satisfecha de conseguirlo"

―¿A qué hora regresaremos?―quiso saber Camila, bebiendo de su jugo, necesitaba hidratación después de tan desgarrador orgasmo.

―No regresaremos.―le informó ______ sin inmutarse.

Camila arrugó la frente; quizás y había malinterpretado a ______ cuando ésta le dijo sería un viaje de ida y vuelta.

―No lo comprendo, creí mencionaste era un paseo con retorno al final del día.

Limpiando su boca con la servilleta, ______ explicó el motivo del repentino cambio de planes.

―Y lo era. Sin embargo, el capitán Malik me ha informado no podrá ser posible volver sino hasta mañana debido a la marea baja.

―Ah sí, el mar puede ser tan impredecible a veces.―comentó la castaña antes de empezar a masticar su cena.

Al igual que tú; ______ se le quedó viendo, observando como Camila devoraba la comida con su hábil boca; entonces la ojiverde se preguntó si ella pondría el mismo empeño teniendo su miembro dentro de su cavidad bucal. ______ se excitó de solo pensarlo, estaba dolorosamente dura desde la escena en la tumbona que, no sabía cuánto tiempo más resistiría las ganas de follar la hambrienta boca de Camila.

Luego de la cena, ______ envío a Camila a la ducha, indicándole la quería limpia para esa noche.

Minutos más tarde, ______ se encontraba en el camarote imperial, sigilosa como nadie, buscó
entre las cosas en su maleta un pequeño y delgado frasco más una cuerda sintética de color marrón; solo después permaneció aguardando Camila saliera del baño.

Solo fueron escasos cinco minutos, considerando la media hora en la que hacia ella estaba el en baño.

Una vez Camila se dispuso a salir a la habitación; tuvo que parar en seco bajo el umbral de la puerta de baño, sorprendida gratamente por la inesperada presencia de ______ que, ahora usaba franela azul y pantalón de tela gris mientras que en sus pies calzaba Converse del mismo color que su camiseta; logrando lucir así vital y juvenil.

Camila percibió como su centro palpitaba a medida que la mirada lujuriosa, hambrienta y sádica de _______ la recorrió de arriba abajo sin decoro.

―Quítate la toalla. ―demandó ______ con voz bañada de deseo.

Con un recién descubierto nivel de confianza, Camila, sin apartar la mirada de ______, ejecutó la orden desbaratando el nudo en la toalla para dejarla caer sola al piso. Dando un paso
adelante, _______ la estudió entera y, deteniéndose en el triángulo entre sus piernas, una sonrisa apremiante se curvo en sus labios. Regresando la vista a los ojos de Camila, indagó ignorando lo obvio.

―¿Te depilaste?

Colorada, Camila le confirmó con una sonrisa introvertida.

―Soy aseada para ti.

Los ojos de ______ chispearon tras la afirmación; sin embargo sus palabras no tendrían valor hasta que ella misma comprobara la tarea.

―Déjame a mi dictaminar eso.―dijo, copiando aquella frase usada por Camila.

Acto seguido la tomó del brazo para depositarla cuidadosamente sobre la cama, ahí se subió a horcadas sobre su vientre y, juntándole las manos ató sus muñecas a la cabecera de la cama.

Desnuda tu alma © - Camila Cabello y tú - Terminada -Where stories live. Discover now