- Tranquila.

Durante el fin de semana me quedo encerrada en mi casa, repasando la cita. Soy tan tonta que le pregunté a Shawn si sabía tocar la guitarra cuando le escuché tocarla desde mi habitación. Y le siguió escuchando. Ahora mismo está cantando Rude de Magic!.  Salgo al balcón y, con el máximo cuidado, me siento en la barandilla de metal y salto a la de Shawn, la cual está pegada a la mía. Toco a su ventana entre abierta dos veces. Cuando me ve se extraña.

- Hola. - digo cuando abre la puerta - ¿Ya tienes todo colado? Wow, qué rápido.

Entro en su habitación y la observo. Tiene un diploma del mejor alumno colgado encima de su escritorio.

- Si. No tenía otra cosa que hacer. Estoy castigado por tu  padre. - los dos nos reímos.

- ¿Puedes cantar para mí?

- Claro.

Me tumbo en su cama y escucho su preciosa voz. Sin darme cuenta acabo cerrando los ojos y durmiendo.

Cuando abro los ojos me encuentro la cara de Shawn a mi lado, y su brazo rodeando mi cintura. Sonrío. Esto lo he vivido más de una vez. Para no despertarle cojo un papel y le escribo:

LA PRÓXIMA VEZ TE COSTARÁ MÁS LLEVARME A LA CAMA ;)

Después vuelvo a mi cuarto y me duermo en mi cama deseando que no llegue mi siguiente y torturosa semana.

El primer día que Shawn y yo tuvimos que ir por la tarde al instituto llegamos los primeros. La mayoría llegó después. A mi me tocó ayudar a dos chicos. A uno que era mi trabajo y a otro el cuál su tutora no vino. Cris no ha parado de mandarme mensajes diciéndome que qué me pasa. Y, cómo no, que ella está sola y me necesita.

Al siguiente día la chica que me encasquetó a su alumno se digna a aparecer. Cuando la vemos entrar por la puerta todos enmudecemos. Va con una bandana tapando su pelo liso. Lleva mechas californianas con las puntas azules y la parte de arriba marrón oscuro. Tiene un cigarro en su mano derecha, la cuál mueve para tirar la ceniza al suelo de la biblioteca. Va con unos pantalones rotos negros y una camiseta que pone: FUCK THE WORLD en negro. Se sienta a mi lado y se quita las gafas de sol negras.

- Sara, encantada. ¿Eres mi alumna? - Kian que, cómo no, está aquí, suelta una carcajada.

- No, soy Clarke Aplin, tu compañera.

- No me jodas... Pero si vas... - me mira de arriba a abajo. Llevo una camisa de cuadros blanca y roja y unos pantalones vaqueros - Bueno, ¿cuál es mi alumno?

- Yo. - dice apareciendo detrás suya.

- Vale, Yo, ahora te voy a preguntar una cosa. ¿Alguna vez has fumado? - él niega - Bueno, pues no lo hagas. - Kian se ríe - Te voy a enseñar la razón más importante de por qué fumar es malo. - le hace un gesto para que se acerca y después le susurra en el oído - Porque yo lo hago.

Suelta una carcajada tan fuerte que todos la miramos. Durante toda la tutoría habla con su alumno de cosas que no tienen nada que ver con las matemáticas o la lengua. Kian la mira atentamente. Me alegra que la mire así, porque así me lo quitaré de encima. Pero entonces me doy cuenta de que no sólo Kian la mira así, sino todos. Incluso Shawn la mira de vez en cuando. Yo me encojo en la silla y me doy cuenta que en este momento soy como Cris. ¡No, jamás, Clarke Aplin! ¡No puedes ser como Cris! Me levanto y salgo al pasillo a despejarme. Entonces esa tal Sara me sigue.

- ¿Estás bien? Toma, te vendrá bien uno de estos... - me ofrece un cigarro. Lo tiro al suelo.

- Celosa, ¿eh?

- ¿Te pasa mucho, no? 

- A veces. Pero no sé por qué tu estás celosa. Me recuerdas a mí hace dos años.

- ¿Hace dos años? ¿Cuántos tienes?

- Dieciocho. - dice ella - Estoy en bachillerato, he repetido un curso, pero ahora me va todo bien. Sino fuera por ésta mierda... - dice señalando los cigarros.

- Eres rara.

- Tú también.

- ¿Por qué estás aquí? - le pregunto intrigada.

- No es tu asunto. ¿Quieres ver algo?

- Bueno. Mejor que ver niños con sobrepeso y que les cuesta sumar... - ella se ríe.

- Ven.

Salimos del instituto y la sigo hasta llegar a un coche. Normalmente no me subiría en el coche de nadie sin conocerlo, pero su coche huele muy bien. Que su olor sea la primera cosa que me haya llamado la antención ya es decir, porque ésta furgoneta anaranjada y antigua tiene demasiadas cosas interesantes. Pone una canción de The Pretty Reckless y empieza a tararearle.

- ¿A dónde vamos?

- Tranquilidad, pequeño saltamontes, deja al maestro enseñarte. 

- ¿Ahora eres mi maestro?

- Cuando lleguemos a ese lugar me entenderás.

Paramos en un descampado lleno de casas o más bien chabolas. Sara aparca detrás de una. Las dos salimos y yo la sigo hasta una de las chabolas más grande de la zona. Sara llama y nos abre una mujer mayor con un pañuelo atado al pelo y un vestido rojo lleno de pintura.

- ¡Madame Lire! Clarke, te presento a la mayor artista de todos los tiempos. ¡Madem Lire! La mujer que nunca ha rebelado sus obras de arte a nadie. Excepto a ti y a mi, ahora, hoy, en estos momentos. - Sara habla tan rápido que no me da tiempo a seguirle la corriente. Parece tan segura de sí misma...

- Sara, ¿qué coño es esto? - pregunto.

- Tranquila, cuando entres lo entenderás.

Me coge del brazo y entramos. Entonces me quedo con la boca abierta, estupefacta. 

- ¿Qué hacen mis pinturas aquí? - pregunto observando toda la habitación.

CATCH ME (SHAWN MENDES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora