CATCH ME (SHAWN MENDES)

CAPÍTULO 12

Durante las clases he estado pérdida. Mi mente estaba en otro mundo, como las mayoría de las veces, pero éste vez mis pensamientos tenían un nombre: CRIS. No me puedo creer que ella hiciera eso. ¿Quién le contaría lo del cobertizo? Ojalá se pudra haciendo servicios sociales.

Cuando terminan las clases Cris viene corriendo hacia mí y me abraza, como si no hubiera pasado nada. Claro que para ella no ha pasado nada.

- ¡Hola hermosa! - exclama.

- Hola. - no quiero darle la satisfacción de que sepa que sé que ha quemado el cobertizo. Sobre todo porque entonces sabrá que le odio más que a nada en este mundo por haber quemado el cobertizo, y quiero que crea que ese cobertizo para mi no valía tanto. Aunque era mi vida.

- ¿Cómo estás? Kian me dijo lo del cobertizo... - así que Kian. Menudo bocazas.

- ¿Qué cobertizo?

- El que se quemó.

- ¡Ah, ese! Que va... Llevaba a John allí para que se distrajera. Era su refugio, más que el mío. - a Cris le encanta John, quizá será el único chico al que no le ha echado el ojo. Aún. Y espero que jamás lo haga.

- ¡Joder! - dice - Lo siento. Pero también te debe de haber afectado a ti.

- Nada.

- No mientas.

- Cris, si querías hacerme daño, podrías haber quemado la moto de Anaí. - mierda, se me ha escapado. Ella me mira confusa, pero sabiendo de qué hablo.

- ¿Cómo?

- Nada. Tonterías mías. Me voy.

- ¿Me llamas después de comer? Taylor y esa tal Fanny han estado tonteando, ¿te puedes creer que...?

- Si, que a Taylor le gusta Fanny. Lo sé. - digo yo cortándole - Adiós.

Camino hasta llegar a mi casa. Shawn corre detrás mía y antes de que pueda entrar me detiene.

- ¡Para! - grita él - ¿Estás bien? 

Mis ojos se inundan de lágrimas. Quizá por la impotencia de no haber podido hacer nada para que el cobertizo no se quemara. O quizás, y más bien sea por eso, porque mi mejor amiga me odio tanto sólo por un chico al que no quiere. Bueno, mi mejor amiga de conveniencia. Por suerte, ahora tengo a Fanny y a Mahogany.

Shawn me abraza y dejo mi cabeza descansando en su hombro.

- Ven. Vamos a un lugar. - dice él cogiéndome de la mano. Nos dirigimos hacia su moto.

- ¿Sin casco?

- Somos unos rebeldes.

Me río. Me monto en la moto y me pongo de rodillas agarrando el cuello de la camisa de Shawn. Veo como las mochilas que hemos dejado en las puertas de nuestras casas se alejan lentamente de nosotros. Probablemente mi padre monte una patrulla de policías para buscarme, pero eso ahora me da igual.

Cierro y los ojos y descanso de todo apoyada en la espalda de Shawn, la mejor almohada del mundo.

Cuando la moto se para abro los ojos lentamente y veo borroso hasta que las lentillas se colocan bien. Es un prado lleno de flores amarillas, rojas, azules, blancas... Flores de todos los colores. Me bajo de la moto observando todo, comiéndome con la mirada el paisaje. Pájaros por encima de nuestras cabezas, árboles haciéndonos sombra. Y un claro de luz. Este debe ser el lugar al que viene Kian a fumar marihuana. Me doy cuenta de que el claro de luz está alejado del prado, cosa que agradezco.