Capítulo XXII

4.1K 276 52
                                    

CAPÍTULO RE-SUBIDO

Los días siguieron pasando con su ritmo habitual, luego de que sus madres les vieron dormir juntos, Lily y Peter recibieron una especie de "bendición" a su relación, lo que era agradable pues les dieron permiso para estar mucho más tiempo juntos, pero igual, era incómodo porque les dieron la clásica charla sobre sexo que, siendo honestos, ¿a quién le gusta escuchar?

Lily ha vuelto a la escuela y, aunque le ha costado un poco, gracias a Peter se ha puesto al día bastante bien, y es que el castaño se ha convertido casi en un accesorio para la muchacha: está todo el tiempo a su lado, la acompaña al salón de clase, la espera a la salida, se sienta a su lado en la cafetería, ¡hasta la acompañó a su primera sesión de diálisis!

Ya habían pasado casi tres semanas del ataque, Laura había vuelto al trabajo y, aunque no le había comentado nada a su hija por temor a su reacción, ella había estado hablando con Joshua, tratando de llegar a un acuerdo para su regreso, y es que, en su opinión debía de hacerlo: ella tenía tres semanas de embarazo y, aunque aún no podía asegurar que el producto se desarrollaría en su vientre, ella necesitaba estar con su esposo para lograr superar las etapas que se venían.

—Buenos días cariño —dijo la mujer de ojos verdes a su hija—. Mi vida, ¿Peter te viene a buscar para llevarte a la escuela?

La castaña abrió los ojos y frunció un poco el ceño para poder adaptar su vista a la luz que emanaba de las cortinas corridas por su mamá.

—¡Mami! —chilló Lily— ¡oh por Dios mis ojos! Mami, cierra eso, ¿no ves que soy un vampiro y la luz del sol afecta a mi mirada?

Laura rompió a reír seguida de su hija, parecía que, el hecho de que Joshua se marchara y que la adolescente tuviera una relación cada vez más estrecha con Peter, había hecho que su relación madre e hija mejorase notablemente y que la muchacha además desarrollará un sentido del humor más alegre, y aunque no podía decirlo, Laura esperaba que siguiera así para que su bebé se contagiara de ese ángel tan bonito que ahora rodeaba a su hija.

—Bebé, es en serio — dijo la mayor, reprimiendo un poco la risa— ¿tu novio viene a buscarte o no?

Laura dijo las palabras «tú novio» para molestar a Lily, ella le había dicho muchas veces que no le gustaba que le pusiera etiquetas a lo que tenía con Wallace, aunque la verdad, ella no quería llamarlo su novio hasta que el muchacho no le hiciera la pregunta del millón de dólares «¿quieres ser mi novia?» Ya que tenía miedo de presionar mucho las cosas y que, al final, no se llegara a nada.

—¡Que no es mi novio mamá! —exclamó la adolescente, poniendo los ojos en blanco—. Y no, no vendrá, hoy tomaré el autobús, no quiero abusar de su confianza ni de la confianza de la señora Sonia.

—Okey —sonrió la mujer—, entonces debes levantarte ya, se te está haciendo tarde.

La chica soltó un bufido, fingiendo exasperación. Veinte y cinco segundos después ya estaba en el comedor tomando su desayuno de cereales, vistiendo unos jeans ajustados, zapatillas de deporte, una sudadera ancha que antes era de Peter, sin maquillaje y con el cabello recogido en forma de tomate.

—¿Es en serio hija? —Preguntó Laura, un poco horrorizada por el atuendo que Lily llevaba— ¿realmente iras así a la escuela?

—Sip —dijo la chica conteniendo la risa para no burlarse de la expresión de su madre—, no veo por qué no.

Laura puso los ojos en blanco pero no dijo nada, sabía muy bien que su hija, cuando se trataba de su apariencia, prefería la comodidad antes que la belleza.

************************

Lily se dio cuenta al subir al autobús porque Peter se había decidido a estar con ella todo el tiempo: no era tanto por acompañarla, era para protegerla dentro de una burbuja, para evitar que ella se diera cuenta de las cosas que hablaban de ella, de los rumores y burlas que estaban a su alrededor.

Vida en Línea (En edición) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora