Capítulo III.

114 8 3
                                    


Capítulo III; Demostrar ser valiente no significa que no sientas miedo.

Los días pasaron rápido ni siquiera entendí como fue que pasó todo en conclusión, empecé a salir con la Redfield tanto que me volví una persona muy cercana a ella. Que incluso conocí a su hermano, deje de verme como una amargada y mostré mi lado extrovertido tanto que el Redifield me invitó a una salida los tres. Los hermanos y yo. Obviamente no acepté no quiero estar con él, ni con ella.

Lo último que podía hacer era seguir mi trote, llegue a un parque cercano en el cual intentaba despejar mi mente haciendo ejercicio algo pensativa seguí trotando suavemente. Mi vista era centrada en el piso dejándome llevar por la música, suspiré cansada bajando la velocidad hasta caminar.

Agarre mi frasco con agua y tome de este cuando mi ritmo cardíaco era   normal, sentí una mirada en mí y eso me incomodaba de forma disimulada buscaba esa persona por todo el parque. Miraba con cuidado hasta que conseguí la mirada de una mujer su pelo era castaño y corto, una apariencia fuerte y rebelde. La mujercita se levantó y caminó hacia mi se detuvo al frente de mí y sonrío un poco.

— Te he visto con Claire hace días, ¿eres su amiga o algo así? — Preguntó a lo que yo afirmé con mi cabeza con una pequeña sonrisa.
— Soy Moira, un gusto. — Dijo estrechando su mano con la mía. De igual forma me presente con mi identidad falsa. Diana Sprouse, americana de corazón. Fue criada en Brooklyn con una madastra súper mala de la cual escapó a los 16 años, sí. Debería hacer una historia sobre el pasado de Diana, mi identidad falsa.

Dejando eso en el aire se me olvidaba que Moira me hablaba, la escuche algo interesada mientras vi la hora en mi reloj. — Así que, la conoces desde hace mucho. Es una persona maravillosa que lastimosamente no la conocí desde hace tiempo como tú. Pero, me alegro haberla conocido, Claire Redfield es la mejor de todas ¿no crees? — Dije con una sonrisa mirando a Moira, ella asintió y río. "Ni que fuera una Diosa" ese comentario me dio algo de risa, la verdad si sigo con mi plan tal vez pase para el otro mundo o simplemente sea un alma en pena atormentando a las personas por las calles.

Tranquila Claire, pronto tu y tú hermano serás deseados en el momento de su muerte. Que yo misma me ocupare que suceda, claro que sí. Maldita sea con todo esto ya quiero acabar con todo esto. Tal vez... así pueda descansar en paz.

Después de hablar con Moira me dedique a seguir mi trote matutino. Descubrí que era hija de Barry Burton, que tierno. Es una buena chica después de todo, pero es demasiado distraída para no saber donde se mete.

De repente sentí mi cuerpo caer al suelo había chocado con alguien, algo aturdida lleve mi mano a mi cabeza ¿era una roca inmensa o qué? Me levanté y vi a un chico, me disculpe cabizbaja como una sumisa. La mirada que tenía era única, sus ojos claros y su cabeza rapada pero podía distinguir que era pelirojo a parte de eso, tenía una cicatriz cerca de su ojo, algo llamativo es él. Se quedo observando me por unos minutos hasta que decidió hablar.

— No pasa nada, no te vi. — Dijo sin más y siguió su camino, me quede parada observando como se iba; parpadeé y baje la mirada para seguir mi camino hasta llegar a mi casa.

Nunca olvidaré esa mirada, nunca. Me sentí débil ante él ¿por qué?
Alguna vez en tu vida sentirás miedo, es algo que los humanos no pueden quitarse, si fuera así esto sería muy diferente. Tal vez porque mi razones de venganza lleva a cosas sentimentales. Soy una estúpida, por más que no quiera mis sentimientos saldrán a la luz, y algún día las personas y todo el universo verá lo dañada que esta María Gómez.

Al estar en en ascensor dirigiendome a mi penthouse, mis ojos fijos en el suelo y lágrimas deslizandose por mis mejllas, las puertas del ascensor se abrieron mostrando el interior de mi "hogar", limpié las lágrimas y suspire intentando calmarme, al dar un paso dentro escuche ruidos en la cocina con rapidez tome una revólver que escondía cerca de la entrada. Dirigiendome al lugar donde provenía los ruidos divisé a dos personas. Abrí mis ojos sorprendida, una sensación de miedo y nervios sentí al ver el pelo rubio y su espalda, acuerpado, por otro lado un castaño y tez bronceada un poco más acuerpado que el rubio. Mis piernas flaquearon, muy bien debía salir de aquí lo más rápido posible.

— ¿Diana..?.

Correción, no hay dos personas. Se encuentran tres personas, y dos de esas se encargaron de hacer mi vida una mierda, de quitarme mis seres queridos y mi única manera de ser feliz, lo único que quería en ese momento era calmar mi venganza.

Resident Evil: Vendetta.Where stories live. Discover now