|17| Editado✨

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Paxton raramente buscaba a su hermano con intención, su primer intento esa mañana fue en su cuarto, Astyrian no estaba ahí pero Paxton estaba convencido de que probablemente estaba haciendo algo inútil.

Acertó. Estaba dedicándole atención a algo tan insignificante como una motocicleta.

Para punto a favor de Paxton, Astyrian no había descubierto todavía el daño a su segunda moto. Pero lo haría pronto, mientras no sea en frente suyo. Por qué si se lastimaba, Paxton no planeaba ayudarlo.

Paxton caminó a través del amplió garaje, su nariz se arrugó con disgustó ante el particular olor. Le daba asco estar allí, pero debía hacerlo. Claramente toda su apariencia de elegancia no acordaba con el lugar.

Paxton miró el viejo Chevy rojo de su ex padrastro William, estaba cubierto de polvo y distintos recuerdos asaltaron la memoria del rubio, rápidamente los hizo a un lado. Localizó a su hermano, cambiándole la rueda a una de las motos mientras tenía auriculares cubriendo sus oídos.

Él no tenía ganas de ir ahí y arrebatarle el artefacto de música. Paxton vio un trapo sucio, pero no había ni una forma de que él haga contacto con su mano con ese artículo. Agarró uno de los guantes que Astyrian solía guardar en uno de los cajones.

De ni una forma iba a tocar algo de ese lugar sin protección.

Astyrian había sacado con rapidez uno de los auriculares de su oído cuando un trapo impacto contra su rostro. Con el rostro levemente enrojecido, miró en dirección a su hermano con evidente enojó.

—¿Qué demonios quieres? —antes de que Paxton pudiera hablar, Astyrian se adelantó—. No, no tengo tiempo para tus mierdas en este momento. Estoy ocupado.

Paxton juntó sus manos detrás de su espalda, chasqueando levemente su lengua.

—Bueno no tuve éxito en saber con quién estuvo Clover —informo el rubio—. Haciéndo a un lado eso, no me gusta saber que el policía más detestable de Sparrow venga a casa y me haga firmar un cheque por veinte mil dólares cuando no estaba enterado de eso.

Astyrian se relajó, tiró el trapo a un tacho con agua y evitó la mirada de su hermano, mientras limpiaba sus manos.

—Sabia que no ibas a poder con ella, es demasiado para ti —trato de empujar hacia atrás la sonrisa que se asomaba en sus labios—. Respecto a lo otro tengo una solución para ti, deja de romper las pelotas de la gente. Si mamá quiere incluso regalar la casa está en su derecho de hacerlo.

Paxton trato de calmar su respiración que comenzaba a agitarse con cada segundo, tratando de mantener su compostura y empujar su impulsó explosivo.

—No no lo está, por qué soy yo el que controla las finanzas de esta casa —empujo hacia atrás un mechón de cabello que cayó contra su frente—. Por si no lo sabías, no voy a dejar que Clover haga lo que se le plazca mientras esté con nosotros. Deberías seguir mí ejemplo.

Astyrian comenzaba a impacientarse, escuchar las cosas que decía su hermano lo irritaba constantemente. Su forma de pensar, de expresarse y de creerse siempre mejor que los demás.

—¿Tú punto? Déjame a mí encargarme de las cosas, será más fácil así —lo apuró—. Y no vuelvas a venir a colmar mí paciencia o té cortaré la garganta.

Paxton sonrió lentamente.

—Sabes las clases para ella comienzan mañana, si las cosas tienen que salir bien. No hay que dejar que se vuelva demasiado popular —Paxton reflexionó—. Llamaría demasiado la atención cuando desaparezca de la noche a la mañana.

—Tiene el cabello rosa, sus palabras son tan filosos como un cuchillo y no deja que nadie pase por encima suyo —Astyrian enumeró cada cualidad—. Ella ya llama la atención. 

Paxton no lo pudo contradecir, sabía que cada palabra que había dicho su hermano era verdadera. Cada una de  esa peculiaridad característica reforzaba su creciente interes.

Paxton de pronto cerró sus ojos, maldiciendo por lo bajo.

—Maldita Verónica. Debo dar ese ridículo discurso sobre cómo hay que ver las cosas buenas de la vida y aún no lo preparé.

Astyrian se rió, sacando un cigarrillo de sus bolsillos y poniéndolo sobre sus labios. Una cortina de humo lo rodeó.

—Supongo que ella no veía las cosas buenas de la vida.

—No la culpo. Se acostó contigo, ese ya es un motivo para suicidarse —afirmo Paxton, con seriedad.— Realmente eres tan irracional a solo niveles que tú puedes llegar. No puedo creer que te hayas arriesgado de esa forma.

Astyrian saco el cigarrillo de sus labios, pasó por alado de su hermano para tomar la caja de herramientas.

—No la mat, me hubiera gustado. Era insoportable pero yo no lo hice —aseguro, agachándose alado de la moto—. Por primera vez estoy en una escena del crimen sin haberlo provocado.

Los engranajes en la mente de Paxton comenzaron a moverse para buscar una teoría lógica a lo que había ocurrido.

—No me gusta esto —murmuro, comenzando a caminar por el garaje a medida que pensaba—. Algo no se siente precisamente bien ubicado en esa noche.

Astyrian dejó de girar la tuerca, limpio la transpiración de su frente con la tela de su playera blanca. Él no quería estar de acuerdo con su hermano, demonios, el odiaba estar de acuerdo con su hermano.

—Deberiamos comenzar a pensar en las posibilidad de que no somos lo únicos monstruos en Sparrow.

Paxton dejó de caminar, pensando brevemente en lo que dijo Astyrian. No tenía sentido, los invitados habían sido únicamente de la secundaria y sexto año. 

—No es posible.

—Ella se fue de mí habitación mientras yo no estaba, me fijé en el resto de los cuartos y no estaba por ningún lado, entonces dijeron que se tiró del segundo piso —Astyrian se cruzó de brazos, reviviendo el momento en su mente—. ¿Adivina qué habitaciones están en el segundo piso? La mía.

—Clover —dijo de repente Paxton—. Ella también tiene su habitación ahí, ¿Me dirás qué no lo pensaste por un segundo?

—Tal vez sucedió en el tercer piso —Astyrian se opuso a la suposición de su hermano—. Esa noche no cerré la puerta del tercero, debía sacar algunas cosas. No creí que alguien suba sin que lo notemos.

Paxton suspiró con frustración, negando lentamente.

—¿Quién iba a decir que luego de todo lo que hicimos, jugariamos a ser detectives? —pregunto con ironía—. Por un crimen en nuestra propia casa.

Astyrian si había pensado en la posibilidad de ver a Clover como una posible culpable, pero no tenía pruebas ni sentido. Ella no se veía triste por lo que le había pasado a Verónica, pero eso no significaba que sea la culpable.

Además, mientras se crea que fue un suicidio debería mantenerse como tal.

—Se lo que estás pensando —dijo Paxton de repente, mirando a su hermano con complicidad—. Solo dilo.

Astyrian selló sus labios, comenzó a pensar en cada suceso de aquella noche. Sé sentía tan fuera de la escena, el no podía recordar algo que pueda culpar a la chica pelirosa o justificar lo ocurrido a Verónica.

Pero tal vez se había saltado un pequeño detalle. Astyrian se puso de pie, caminó hacia su hermano y apagó su cigarrillo contra la chaqueta de Paxton.

—Debo ir a hablar con Tent.

GEMELOS MALDITOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora