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-Clover, despierta cariño. Son las diez del mediodía, debes comprar tus cosas para la escuela.

Clover se volvió sobre su cuerpo para ver a Marylin a través de la neblina de sueño. Se escondió debajo de la sábana, gimiendo un poco.

-¿Las diez del mediodía? Esos son como las siete de la mañana en mí mundo -murmuro, con la voz amortiguada por el sueño.

Marilyn sonrió, sacudiendo un poco la frazada que cubría a la chica.

-Oh pero ya no estamos allí. Andando andando, preparé un buen desayuno para ti.

La señora Brycer se alejo luego de lograr que la pelirosa sacará la sábana de su cara. Clover puso una almohada sobre su rostro y dió un grito ahogado sobre la tela. Odiaba las mañanas, aún más cuando eran frías.

La noche había sido una locura, sus pensamientos corrían por su cabeza como una maratón. No sólo había descubierto qué estaba bajo el techo de gemelos, si no que también se había confundido a uno de ellos.

Solamente que a diferencia del primer gemelo, el segundo si le gustaba. A pesar de que había cerrado la puerta de la heladera con ella adentró, Clover si pudo tener una impresión diferente que la de Paxton.

Aunque el segundo gemelo parecía terco, Clover lo veía como un desafío. Solo ella sabía cuánto amaba los desafíos.

Sentía que esos meses iban a ser lo más largo de su vida. Con un suspiró, tomo sus pantuflas y bajo en su pijama. Se quedó estática cuándo terminó de bajar las escaleras, los gemelos estaban en la misma mesa.

-Uhm, hola -saludo la chica, tomando asiento en la punta de la mesa sin mirar a los dos chicos idénticos.

Si no tenía contacto visual con alguno, todo estaría bien. Solo debía fingir que no estaban ahí.

-Buenos días, Clove -la melosa voz de Paxton fue la primera en saludar-. Esperó que hayas dormido bien.

Astyrian quién seguía con su ropa de dormir, le dio una mirada ceñuda a través de la mesa a su hermano, rodando sus ojos. Paxton estaba vestido más formal, con ropa apta para él frío pero sin perder su estilo elegante.

Clover tomo un poco de café antes de responder.

-En realidad, no lo hice.

Agarró una tostada, unto un poco de mantequilla sobre ella y luego le dio un gran bocado. Astyrian estaba comiendo, pero le estaba prestando atención a cada palabra que flotaba sobre la mesa.

-¿Por qué? -Paxton tiro sus cejas hacia abajo, mostrando una preocupación poco convencional.

Si había algo que diferenciaba a los gemelos, era que Paxton podría hablar hasta no parar, solo cuando quería. Astyrian era una tumba, solo hablaba cuando lo sentía necesario.

-Vi unos paisajes realmente asquerosos -Clover le dio una sonrisa maliciosa a Astyrian-. ¿Sacan la basura por la noche?

Paxton observó la pequeña acción con el ceño fruncido, descontento por la atención que la chica le dio a su hermano. Marilyn miró con preocupación a Clover.

Astyrian movió sus ojos a ella con evidente curiosidad, recordando su primer encuentro en medio de la madrugada.

No había manera, y si lo hizo a él no le importaba. Pero le daba curiosidad por saber cómo no la había descubierto. Es decir, es parte del tejado solo se veía desde su habitación.

-Puedo acompañarte a visitar lugar mejores, ya sabes. Para que nada te suceda, soy un buen cuidador -Paxton se recomendó a si mismo.

Clover tiro su largo cabello lacio sobre sus hombros, alzando la barbilla y sonriendo sin simpatía. Achicó su mirada hacia Paxton.

GEMELOS MALDITOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora