Capítulo 25. No te odio.

18.9K 981 32
                                    

—¿Hace cuanto tiempo que estás con él? — preguntó Nare aún quieta en su lugar. No se había movido ni un poco desde que se levantó, sólo comenzó hacer preguntas, una detrás de otra:

—¿Me mentiste todo este tiempo?

—¿Lo que te dije no te importó?

—¿Justo él Lia? Él no te conviene.

Con eso último salté. —¡¿Qué sabes tú lo que me conviene o no?!

—¡Sé que no te conviene alguien así! Zachariah no valora a las mujeres, una por noche, Lia. Una por noche.

Negué con la cabeza. —Ya no es así.

—Sí lo es. Y cuando te des cuenta me vas a dejar, me vas a dejar y te alejarás.

 —¿Por qué haría eso? Eres mi mejor amiga. No te dejaría— dije dando un paso hacia ella.

—¡Sí lo harías! ¡Lo harás como ella! ¡Me dejarás como ella me dejó en el momento que más la necesitaba! ¡Y yo ahora te necesito! ¡No me dejes!

Avancé rápidamente hacia ella y la abracé fuertemente. —No voy a dejarte. Lo juro.

Sentí las lágrimas de Nare en mi hombro desnudo. Abrazándola la guié por mi casa  hasta mi habitación. La senté en mi cama y cuando se calmó un poco hablé:

—¿Por qué sigues insistiendo en que te dejaré? ¿Acaso estos años no te demostré lo contrario? Jamás te dejaré, eres muy importante para mí, Nare.

—Yo... eso lo entiendo. Lo sé, sé que tú no me dejaras pero... tengo miedo. 

—¡¿Miedo de qué?!— grito ya harta de que no me conteste lo que le pregunto. —Nare explícame, dime maldita sea, ¿qué es lo que te da miedo?

—Tengo miedo que Zachariah haga lo mismo contigo lo que hizo con Beth. 

—¿Y qué le hizo exactamente?— la miro fijamente para que sepa que si miente me daré cuenta. No le pregunto quién es Beth porque deduzco que es su anterior mejor amiga. 

Negó con la cabeza. —No lo sé exactamente, eso ya te lo dije.

—No. Lo que me dijiste es que no sabías nada. 

—Bueno... algo sé, pero... —suspiró. —Está bien, te diré lo que sé. Beth me dijo que Zachariah había tonteado con ella y que la usó. 

—Zachariah no sería capaz de eso— susurro. 

—Eso es lo que sé, que ellos se enrollaron y él ya no quizo saber nada con ella. No te conté esto porque prometí no contarle a nadie como Zachariah prometió alejarse de mis amigas. Y veo que rompió su promesa así que yo también.  

—Yo... no puedo creerlo. No veo capaz a Zachariah de algo así, tiene que haber una explicación— digo negada a creerme todo esto. Debo hablar con él. Tomo mi teléfono y le mando un mensaje.

Tenemos que hablar. Nare lo sabe todo. 

Mierda. ¿Estás con ella? ¿Quieres que vaya?

No. Ya arreglaré las cosas. Sólo... necesito hablar contigo. ¿Mañana puedes? Recógeme del trabajo.

De acuerdo. Cuídate.

Cuídate tú.

 Suspiré y dejé el teléfono en mi regazo. Nare me miró con el ceño fruncido pero no dijo nada.

—¿Por qué estabas aquí?— pregunto recordando que cuando entré en mi casa ella ya estaba ahí.

—Oh... tu mamá me dejó pasar y esperar aquí. Ahora entiendo porque decía que me vaya a casa... — dijo pensativa.

¿Y si te robo un beso?Where stories live. Discover now