El sexo debe ser simple, las relaciones son las complicadas.

761 50 4
                                    

La piel de Camila era tan suave.

Acariciarla era algo tan adictivo, tanto que hasta le daba miedo.

Cada que la acariciaba sentía como su entrepierna se encendía y el resto de su cuerpo se erizaba a la vez. Toda ella se sentía a flor de piel.

Descendía su mano por sus hombros, su cuello...

Mordía su labio inferior casi con desesperación.

Desde su posición los pechos de Camila se veían perfectamente bien, quiera tocarlos. Quería quitarle la molesta playera de una vez.

El cuerpo de la socióloga se retorcía sobre su regazo por causa de los escalofríos de aquel rose.

Se sintió... extraña.

Ella era consciente de que tenía un problema... nunca lo había hablado con alguien antes, pero simplemente lo sabía.

Aunque no lo admitiría jamás.

Y es que el sexo, el sexo era lo único que por mucho tiempo la había hecho feliz.

Y eso ahora la hacía sentir tan vacía por dentro con tan solo pensarlo.

En casa, en la escuela, con sus amigos. Nada parecía ser nunca suficiente.

Pero ahora...

Había algo diferente.

Alguien diferente.

Volvía a acariciar sus hombros descubiertos con sus descuidados dedos casi con miedo, como si fueran extremadamente delicados. O quizás simplemente tenía miedo a despertarla.

Simplemente solo sea eso, tenía miedo a perder algo y que ahora supiera de ese sentimiento con que tantos psicólogos lidiaban diariamente.

El desamor.

-Hey tú – murmuro con una sonrisa pequeña una soñolienta Camila arrugando la nariz – ¿Me dormí hace mucho? – rio mirándola hacia arriba mientras acomoda la cabeza en sus muslos.

-No tanto, no te perdiste de mucho – rio mirando la laptop frente a ellas y percatándose que había perdido el interés desde hace ya varios minutos.

Camila se sentó al lado de Lauren y se estiro, Lauren no paraba de preguntarse lo lindo que podía verse Camila con una simple playera y pantalón de algodón.

Camila se percató de eso y le sonrió, se acercó y le dejo un suave beso en su mejilla.

-Disculpa, te dije que no soy buena viendo películas o series – bromeo parándose de la cama y saliendo de la habitación – Pero la intención es lo que cuenta – siguió riendo mientras alzaba la voz.

Lauren suspiro.

Se sentía rara.

Era feliz... pero ahí había algo más.

Se puso de pie y camino detrás de ella, casi asustándola.

-Sera mejor que me vaya – balbuceo sin saber muy bien que decir, tan solo sintiendo la necesidad intensa de huir de ella – Había olvidado que... que le dije a mi mamá que iba a ir a cenar.

-Oh, está bien – le sonrió – déjame ponerme una chaqueta para acompañarte.

-Claro – le sonrió de lado metiendo las manos en los bolsillos de sus jeans.

Y es que era una estúpida. Solamente se le podía definir así.

Cuando salieron del edificio caminaron en silencio, Camila la agarro por el brazo como siempre hasta que Lauren paso su brazo por los angostos hombros de Camila y le dejo un suave beso en su cabeza.

Psicología del Sexo |Camren|Where stories live. Discover now