Resident Evil: Vendetta.

Prólogo.

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Desde hace unos meses, ya todo los daños que hice junto a mi difunto padre y su amigo, mejor  conocido como el traficante de armas biorgánicas; Glenn Arias. Hace dos años ocurrió un ataque terrorismo en la ciudad de New York, la mayoría de la ciudad, las personas salieron gravemente heridas, pero con el tiempo todas las personas empezaron a reconstruir su vida como si nunca hubiera pasado nada, algunas personas sí quedaron con el trauma pero sólo es un pequeño trauma, desde ese incidente me escondí bajo las rocas después de todo pensaban que todos  los causantes de eso habían sidos eliminados, pero se equivocaban yo quedé viva. La única con vida de esa catástrofe que provocamos sólo por sed de venganza hacia el gobierno, desde aquella tragedia, el día de la boda; la explosión. No, nunca volví a ser igual. Decidí ayudar a Glenn junto con mi padre, duramos tanto tiempo, creando y probando en miles de rehén e incluso quitándome mis emociones pero, no eran tan importantes ya que eso te hace débil, con el tiempo entrené para después mejorar y evolucionar en mí, sólo para matar y hacer el mal. Lo habíamos conseguido todo, ya apunto de estar en la cima pero, sólo un repugnante error para lograr caer más rápido que esa bomba encima de nosotros ese día en la boda.

Caí tan bajo, que no merezco la vida propia, ahora que me mantengo sola, buscaré los infelices que me destruyeron lo poco que quedaba de familia. Y aquí, aún con mi sed de venganza, les haré la vida imposible. Prepárense, porque no les espera nada, de lo que tengo planeado.  Vengaré a mi padre, y a mis seres queridos. Nosotros no teníamos idea de la persona que era Glenn en ese tiempo sólo éramos amigos. ¡Yo no tenía la culpa, ni mi padre! Sólo asistimos a la boda, sí, sólo eso..., pobre Sarah, no se imaginaba quién era Glenn. Todos, todos mis amigos, mis seres queridos, mi familia. La única, yo, nadie más ¿Por qué yo quedé viva? ¿Por qué no morí? ¿Me espera algo más en mi vida, para después así morir?

Pero sin embargo, no tengo mucho tiempo, para el encuentro con la persona que me ayudará en esto. Se qué aceptará. Después de todo, sólo le importa la buena pasta para sus beneficios y tener mejor futuro.

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— Con odio, María Gómez.