Heed ➳ h.s (español)

Cuarentisiete: Relax

Charlie retornó al momento. Apretó el agarre sobre su corbata y tiró del mismo para liberarlo de su cuello. Harry se quedó pacientemente sentado mientras la rubia movía las piernas sobre su regazo. Esa era la posición favorita de Charlie para darse besos, y Harry no tenía razón alguna para no concordar. Cada onza de sus cuerpos podían sentirse en esa posición. 

—Lamento haberte dejado colgado —dijo sugestivamente. 

A Harry le tomó un momento darse cuenta a qué se refería. Antes de poder decir algo, la rubia juntó sus labios. Le puso las manos sobre sus muslos y se columpió ligeramente sobre su regazo. Harry tragó ante la sensación palpitante desarrollándose entre sus piernas. 

Ella enroscó las manos en su cuello y lo besó más profundo y con más pasión, demostrándole todo su amor en el beso. Un sentimiento al que nunca había estado acostumbrado era ahora la única cosa que la mantenía cuerda ante todo lo que sucedía. La temperatura iba en aumento con su rostro sonrojado mientras Harry recorría sus caderas. Su mano derecha tomó un mechón entero de cabello y tiró para exponer su cuello. Sus labios rellenos se presionaron sobre su cuello y Charlie soltó un gemido ante la sensación. 

Desabotó rápidamente su camisa para exponer su pecho. Su cabeza giró antes de besarlo de nuevo. Regresó los brazos hacia su cuello cuando él se levantó del sofá con sus piernas enroscadas alrededor de su torso. Ella soltó una risa juguetona luego de escuchar su reacción ante su sorpresa. 

Harry abrió la puerta de un empujón y aunque estaba demasiado oscuro para ver algo, decidió no importarle. La lanzó sobre el colchón, disfrutando el sonido de sus risas. Sus pantalones estaban desabrochados y fuera de sus piernas cuando se cernió sobre ella. Charlie alzó su cuerpo para alcanzarlo y él acunó su rostro entre sus manos. 

—Ni siquiera puedo verte —gruñó.

Harry picoteó sus labios—. Es más divertido así, ¿no?

Charlie se quitó la camisa—. ¿Ya has hecho esto antes? 

—No —tarareó—. Yo era muy específico en todo antes de ti.

Sus labios se dirigieron a su cuello de nuevo, trazando su piel y succionando suavemente. La sensación era exquisita, lo cual le impidió responder ante sus palabras. Su silueta era suficiente para verla gracias a las luces de las calles. 

—¿Y ahora? —soltó apresuradamente. 

—Quiero que las cosas sean simples entre nosotros, Char. Te amo. Eres la primera chica que he amado y no quiero que los fantasmas de mi pasado destruyan lo que tenemos. He estado luchando no solo conmigo mismo, sino contigo también. Quiero experimentar cosas contigo. Estoy dispuesto a tomar el riesgo. 

Apoyó su frente sobre la de Charlie y ella estaba en completo shock ante lo rápido que podía dejarla sin palabras. Él de verdad había cambiado desde los primeros días que se conocieron. Tres meses realmente podían cambiar a alguien y Charlie había presenciado todo el proceso. 

—¿Y tener sexo en la oscuridad es una de esas cosas? 

Harry rió—. Sólo sigue la corriente. 

Atacó sus labios con rapidez y le quitó los shorts. Los labios de Harry viajaron hacia su pecho, vislumbrando ligeramente su sujetador negro. Ella arqueó la espalda sobre su cama y Harry no estaba para nada nervioso esta vez. Ya ella sabía que esperar, ¿cierto? 

Acarició su estómago y enganchó los dedos sobre su ropa interior antes de deslizarla lentamente. Charlie arqueó su cuerpo para ayudarlo mientras sus entrañas se retorcían ante la sensación de intimidad que estaban compartiendo. ¿Siempre sería así? Charlie no quería dejar de sentirse de esa manera con Harry, pero sus amigas de la secundaria nunca habían descrito el sexo como una conexión tan íntima. Normalmente sus únicos comentarios eran que era bueno y excitante. Pero con Harry, ella sentía que su conexión se acrecentaba.