Tres: Oración.

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Charlie

Charlie caminó de regreso a su cubículo desconcertada y un poco confundida. Había escuchado infinidad de rumores sobre "Harry Styles", pero nunca creyó que fueran ciertos. Con eso, sus torpes manos derramaron sus Apple Jacks una vez más dentro del cubículo. Hoy no era su día y el que su jefe y compañero le hayan gritado no ayudaba. 

Charlie era casi lo opuesto a Harry Styles. Sólo con mirar, la distribución de su espacio de oficina era sin duda totalmente diferente al de él. Ella había quitado perezosamente los post-it de su pizarra seca, permitiendo que las tiras cayeran sin esfuerzo al suelo. Sus ojos escanearon la pared antes de palmear el tablero contra la pared. El objeto claramente no estaba derecho, pero no es como si le importara.

Habían sido sus vacaciones de verano y luego de incontables noches salvajes y mañanas de resaca, decidió madurar y conseguir un trabajo. Charlie se había graduado de la universidad siendo la mejor de su clase, sin siquiera esforzarse. Al contrario de Harry, su vaguez había obtenido lo mejor de ella y decidió volverse una chica fiestera el primer año de graduarse. 

Pero, como Harry, su cerebro era un eterno reloj. Vivir (ahora sola) en un apartamento en el centro de la gran manzana jamás fue su plan, pero ahí estaba, trabajando para una de las compañías más destacantes de la ciudad. Todo por una caliente ex-empleada. 

El problema de Charlie es que era lenta. Ella podía fácilmente calcular alguna consulta de inventario si alguien se lo pidiese, pero dada la oportunidad no te sorprendería verla haciendo absolutamente nada. 

Su mente se concentraba en las cosas más grandes y mejores, tal como el nuevo estreno de Vogue. Claro, ella no podía mantener su habitación limpia pero al menos se veía bien, ¿verdad? 

Charlie gruñó para sí misma cuando tomó el contenedor de basura. Su falda lápiz se elevó ligeramente cuando se puso de rodillas para sacar los cometibles restantes. Si alguien entrara en ese momento, su sujetador de encaje negro sería perfectamente visible. Ella se había abotonado su blusa perezosamente, olvidándose de los tres últimos botones en su intento de no llegar tarde.

Una puerta al otro lado del camino se abrió en un fuerte 'click' y sus ojos claros se alzaron desde su posición en el suelo para ver quién era. Como en cámara lenta, sus ojos se encontraron con los de Harry de nuevo, y él tragó duro. Sus ojos abandonaron los de Charlie por sólo un momento, observando ahora su escote revelado con claridad. 

—¿Estás bi-? 

Harry huyó abruptamente antes de que pudiera terminar sus palabras. ¡Ella ni siquiera pudo formar la oración! Sus labios se fruncieron y apoyó el trasero sobre sus tacones. ¿Quién se cree que es? Sus ojos vagaron por su oficina y estuvo sorprendida de ver montones de papeles regados por el suelo. 

Para ser una persona neurótica parece haberse olvidado de su rol, pensó. 

Algo había desencadenado eso y Charlie no era tonta como para no saber que ese algo había sido... ella. El cuerpo de Charlie se elevó de su posición arrodilada y un sentimiento de culpa la abrumó. No podía entender que es lo que hizo. ¿Tal se había sorprendido al verla inclinada? Ella no ignoraba el hecho de que Harry parecía como el tipo de tímido que odia la atención. 

Sus ojos se fijaron en las pilas de documentos yaciendo sobre el suelo de su cubículo. Antes de que su mente pudiera reaccionar, su cuerpo ya estaba al otro lado del pasillo dentro de su oficina. Se sacudió las manos para liberar sus ansiosos pensamientos y procedió a adentrarse. 

Charlie se congeló cuando su tacón se enterró sobre un documento. Inmediatamente levantó el pie y recogió todos los papeles lo más rápido posible. Podía sentir que la observaban y estaba un poco asustada de ver a Harry de pie en la puerta. 

Se rió de sí misma cuando sus ojos se posaron sobre tres trabajadores curiosos. Decidió ignorarlos ya que probablemente le dirían que no siguiera. Charlie tenía la loca idea de que Harry fuera normal. 

¿Tan malo era eso? 

Igualó los papeles sobre su escritorio y sonrió con felicidad. Charlie los colocó casi en el centro del escritorio y acomodó su falda una vez había terminado su pequeña aventura dentro del cubículo de Harry Styles. 

—Deja que Rick contrate otra loca —uno de ellos susurró y los demás se rieron antes de desaparecer. 

Con eso, Charlie abrió uno de los gabinetes del escritorio de Harry para encontrar un paquete de notas post-it y logró conseguir uno de los bolígrafos de su escritorio. Iba a quitarle la tapa cuando vio que ya estaba puesta del otro lado. 

Frunció las cejas ante el raro hábito de Harry y le restó importancia antes de deslizar el bolígrafo contra la pequeña nota naranja. Sonrió para sí misma antes de pegar el pequeño papel sobre sus archivos y reemplazar el estado del bolígrafo —dejándolo con la tapa sobre la punta. 

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No sé si esto resulte de ayuda, pero estos archivos parecen bastante importantes y esos bolígrafos tuyos me parecieron tan adormecedores que no pude resistir la urgencia de usar uno. 

Posdata: Amo el naranja, Styles. 

-Charlie xo

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¡Gracias por las 100 lecturas! <3



Heed ➳ h.s (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora