Alma perdida

Capítulo 44: ¿A quién enfrentaré hoy?

Capítulo 44: ¿A quién enfrentaré hoy?

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El sol de la mañana fue recibido por los gritos de batalla y las explosiones que se elevaron por encima de lo que ahora era otro día en la ciudad de Sakai.

Según las instrucciones, la unidad de Lee y Toushiro había golpeado la pared norte con todo lo que tenían. Aun así, Iwa estaba aguantando, forzándolos a sangrar por cada pulgada de terreno que ganaban.

El título de Lee como maestro de Taijutsu realmente brilló cuando su forma fue visible durante unos pocos segundos en los que estaba lanzando golpes viciosos, ya menudo brutales, que destrozaron los huesos y rompieron el cuello. Sus pies apenas tocando el suelo por más de un breve segundo mientras esquivaba y bloqueaba a Kunai y Shuriken con facilidad antes de aparecer enfrente del ninja y deshabilitarlo sistemáticamente. Los jadeos apenas escaparon de sus labios antes de que los mataran casi instantáneamente o los lanzaran a un mundo de dolor cegador porque sus rodillas o sus brazos estaban rotos en varios lugares.

Toushiro también mostró sus habilidades, pero de una manera diferente, mientras que Lee esquivaría los ataques que le enviaban antes de contrarrestarlo con los suyos, Toushiro simplemente se encogió de hombros, si son Kunai o Shuriken simplemente rebotaban en la pesada armadura que cubría su formar. Extrañamente, aunque parecía pesado, el joven ninja Kiri se movió como si no pesara nada y podría mantenerse al día con la mayoría del ninja Iwa que intentó atacarlo. Mostró su dominio de las hachas gemelas que llevaba consigo mientras cortaba extremidades con columpios sueltos o cráneos aplastados con el lado opaco de ellos, las grietas enfermizas ni siquiera hacían que el joven se estremeciera antes de pasar a su siguiente víctima.

Juntos, los dos estilos distintos de combate mantuvieron al ninja Iwa fuera de balance cuando Lee y Toushiro continuamente intercambiaban posiciones para confundir o sorprender al enemigo.

Desde su cuartel general temporal, Yoshihiro vio como Konoha nins comenzaba a empujar a los Iwa Nins hacia el lado norte de la pared. Podía decir que esta no era la principal fuerza de ataque, sus números eran muy pocos y su agresividad demasiado organizada.

Aún así, la mayoría de sus hombres estaban comenzando a ponerse ansiosos, tener que ver a sus compañeros lesionarse y matar nunca fue fácil, especialmente cuando usted estaba a un paso de distancia.

"¡Yoshihiro-sama!" Uno de sus capitanes Jounin lo llamó. "Por favor señor, los están matando por ahí, ¡vamos a ayudarlos!" El hombre suplicó, con sus facciones rotas, como si estuviera luchando por no ir allí, al infierno con su permiso.

Yoshihiro suspiró, mientras admiraba la valentía y lealtad de los muchachos hacia sus camaradas, no admiraba la temeridad de los muchachos. Aún así, tenía que mantener alta la moral de sus hombres. Hacer eso significaba mantener un delicado equilibrio para cumplir con los deseos de sus hombres y hacer lo que era tácticamente mejor. En este punto, tenía que ir con el primero. Si sus hombres no pensaban que se preocupaba por ellos, y lo hizo, no pelearían por él, al menos no tanto como lo harían si supieran que se preocupaba por ellos. Así que por ahora, los complacería. "Bien." Suspiró antes de mirar al ninja de Konoha un poco detrás de él, cada uno de ellos parecía ansioso y enojado. Poniéndose de pie, se dirigió hacia ellos. Se congelaron por un momento antes de enderezarse e inclinar la cabeza en respeto por su superior en habilidad y rango. Yoshihiro miró a cada uno de ellos antes de que finalmente hablara. "Muy bien chicos, ustedes están bajo mi control por ahora, así que los quiero a ustedes tres", dijo gesticulando hacia Ino, Chouji y Shikamaru. "Dirigirse a la pared norte con las unidades de refuerzo. Los tres asintieron antes de irse, mirando silenciosamente a sus camaradas mientras se marchaban.