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Fue un día desastroso. En clan del pie se había salido con la suya, los Krang habían escapado y la tortugoneta no funcionaba como debía. Al llegar a la guarida, los cuatro hermanos habían comenzado a discutir.

-¡Fue culpa tuya! -gritó Rafael -¡Tu plan falló! ¡Debería ser yo el líder!

-¡Si hubieran seguido mis órdenes, nada hubiera pasado! -gritó Leonardo, después se dirigió a Miguel Ángel -Y tú... Jugando tus globos de agua, que te has creído?

-¿Que podía hacer? -se defendió, con el ceño fruncido -Las armas de la Tortugoneta no servían!

-Ahora es culpa mía, no? -intervino Donnatello.

La discusión duró media hora, hasta que Splinter, quien estaba meditando, decidió que era hora de intervenir. Separó a los cuatro hermanos, cada uno se fue a un lugar diferente.

Leo fue a jugar con su máquina de pinball de Héroes del espacio, Mikey fue a poner la televisión, a ver si había algo interesante, Rafael comenzó a golpear el muñeco que tenían colgado en la guarida, y Donnie... Donnie decidió salir a tomar aire.






La noche era fría, daba la impresión de que iba a llover. Se detuvo en la esquina de un edificio y comenzó a observar el cielo. Las últimas semanas eran discusiones constantes con sus hermanos, si seguían así, cada quien tomaría su camino. Seguía pensando acerca de lo ocurrido cuando vio a un par de vagabundos correr sospechosamente hacia un callejón, decidió seguirlos. Se detuvieron cerca de un cubo de basura, dejaron una mochila y corrieron en la dirección por donde habían ido. Uno de ellos se detuvo en la esquina y miró la mochila, después siguió a su compañero.

″¿Que estará pasando?″ se preguntó.

Observó durante media hora, ninguno de los vagabundos regresó y nadie iba a recoger esa mochila, era extraño. Se acercó con cautela y observó la mochila. Era pequeña, no podría contener algo de mas de 60 centímetros. La tocó ligeramente con el bastón y esta se agitó desde dentro.

″Pero... Que?″

Volvió a tocarla y se movió aún más, solo que esta vez con una especie de chillido. Salió de la sombras y tomó la mochila. No pesaba más de 3 Kg, lo que causó aún más curiosidad. Abrió la mochila, con cuidado. Miró a los lados, siguió sin ver a los vagabundos, tomó la mochila en su espalda y subió al edificio.








Toc toc

-Nadie toca, es mi imaginación -dijo Lisa, tapando su cara con la almohada.

Toc toc

-Debe ser una broma -lanzó su almohada al suelo y se levantó.

Caminó hacia la ventana y corrió la cortina. Ahí estaba Donnie, algo nervioso y sonriente a la vez. Abrió la ventana, lo dejó pasar y liego la cerró.

-Son las 12 -dijo ella, frotándose los ojos mientras veía el reloj -¿Que haces aquí?

-No vas a creer lo que pasó -dijo Donnie, señalando a la mochila.

-¿No puede esperar a mañana, cierto? -su cara se veía muy cansada, y solo quería dormir.

-De acuerdo, te explico mañana, solo te pido dos.... No, tres cosas -Lisa asintió y él tomó la mochila -. Ve lo que hay aquí, deja que me quede sólo esta noche y cuida lo que hay.

Mi padre es un mutanteWhere stories live. Discover now