Con el paso de los días, los muchachos se fueron acoplando a sus horarios para cuidar a Morgan. Ya no estaba el problema de que Lisa no dormía o de que Donnie no convivía con la niña.
Y así, sin darse cuenta, los meses pasaron y Morgan cumplió un año y comenzaba a dar sus primeros pasos. Al principio les parecía tierno y miy divertido, hasta que se dieron cuenta de que había demasiadas escaleras y le costaba mucho bajarlas. Hubo que improvisar una pequeña cerca para que no se cayera por las escaleras, pero aprendió a salir de ella por culpa de Mikey, quien pensaba que era divertido enseñarle a trepar para que pudieran ir juntos a una misión algún día. Lisa casi lo ahorca cuando se enteró.
-Ven, Morgan, ven aquí con tío Rafa -le decía Rafa extendiendo sus brazos mientras la niña daba pequeños y lentos pasos en dirección a él.
Aunque trataba de disimular, Rafa estaba realmente enternecido por como crecía la niña, no tanto como Donnie, pero se enternecía cada vez que la veía dando pasitos, y cuando la veía caminando de la mano con Lisa.
Cada que iba, Lisa daba paseos por toda la guarida tomando las manos de Morgan y caminando despacio, riendo y cantando canciones. Muchas veces, Donnie iba con ellas y le hacían un columpio entre ambos. Donnie estaba realmente feliz con toda su familia, y le hacía feliz que Splinter ya tratara con más cariño a Morgan.
También cada día le enseñaba objetos y le decía como se pronunciaba, tragando de enseñarle a hablar. Aunque sólo decía alguna que otra cosita balbuceada.
-Al menos al puré le dice ué -decía Mikey emocionado, porqué sabía que a Morgan le hacía realmente feliz comer los purés que le hacía el tío Mikey.
Cada día era lindo, era diferente, era divertido con la niña. Morgan siempre se sentaba a ver las sesiones de entramiento, o Splinter la cargaba mientras les enseñaba a sus hijos. Ella no entendía muy bien que hacían, pero le parecía divertido, aunque había veces en las que se ponía a llorar cuando veía que su papá o sus tíos acababan en el suelo. Tarde o temprano entendería que no eran golpes reales, y distinguiría los que si eran de verdad.
***
Habían cambiado muchas cosas en ese año que Morgan llevaba viviendo con ellos, sin embargo, la relación entre Lisa y Donnie no avanzaba, habían acordado que no lo harían hasta acoplarse bien a los cambios, pero muchas veces Lisa pensaba que nunca dejaría de haber cambios con un bebé en sus vidas, que siempre pasaría algo diferente, alguna sorpresa, y aunque quería a Donnie, aunque estaba enamorada de él, a veces si quería que las cosas fueran diferentes.
-No lo sé, Rafa... -le decía, sentados viendo de lejos a Donnie caminando con Morgan -. Claro que lo quiero y que me gusta la pequeña familia que tenemos, pero también me gustaría, no sé...
-¿No estar en la misma situación desde hace un año? -adivinó Rafa, mirándola. Ella asintió ligeramente -. A veces creo que tienes que decirle tal cual lo que quieres; es listo, pero torpe para algunas cosas.
-¿Hablo directamente con él? -preguntó nerviosa.
-Si realmente quieres cambiar lo que tienen, si -respondió, dándole un abrazo por los hombros -; haz lo que creas correcto.
Aquella tortuga de ojos verdes había tratado a Lisa de una manera diferente y un tanto especial, pero de una manera tan sutil que nadie de su familia lo había notado aún, ni siquiera Lisa lo había notado. Y es que Rafa poco a poco comenzaba a verla con ojos diferentes, comenzaba a ver color cada que estaba con ella, comenzaba a entender porqué su hermano Donnie la quería de una manera especial... y le aterraba.
Le aterraba la idea de enamorarse de su mejor amiga, de la chica que día a día iba a su casa, de la chica que lo abrazaba con cariño, la que siempre estaba con él, la que le contaba todas sus cosas; le daba miedo enamorarse de la chica de la que su hermano estaba perdidamente enanorado desde hacía cinco años, y la cual estaba también enamorada de su hermano.
Pero algo que no entendía era que cuanto más lo negaba, más fuerte se hacía ese sentimiento y eso lo hacía sentir terrible, por lo mismo de que sabía que Donnie también estaba enamorado de ella. Y el sentimiento que más le dolía, era el de tener que fingir que nada pasaba, decirle cómo acercarse más a Donnie, aunque por dentro sólo quisiera decirle que quería estar con ella, o escuchar a Donnie decirle lo mucho que la quería cuando él se sentía exactamente igual.
Sabía que tenía que sguantar, sabía que Lisa y Donnie habían pasado muchas cosas para poder estat juntos y todavía las estaban pasado, y que no era justo para su hermano que él intentara siquiera la más mínima cosa con Lisa. Pero en su corazón a veces, muy a veces, más seguido de lo que le gustaba admitir, daría cualquier cosa por ser la tortuga á la que Lisa abrazaba de manera cariñosa mientras Morgan dormía, y ni sólo mirarlos sentado fingiendo ver la televisión con Mikey.
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Mi padre es un mutante
FanfictionTras una discusión con sus hermanos, Donnie salió de la guarida. Estuvo dando vueltas por la ciudad durante varias horas hasta que encontró una mochila. Se acercó a ella y, desde ese momento, su vida cambió para siempre.