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-¿Creen que sea seguro bajar? -preguntó Mikey, detrás de Rafa.

-No tenemos otra opción -dijo Leo, mirando las escaleras.

Estas se dirigían a un túnel oscuro, sin ninguna luz a la vista. Tal vez se encendían al detectar movimiento, pero eso podría aletar a los Krang si es que esas escaleras los llevaban a ellos.

Desenvainando sus catanas, Leo se abrió paso escaleras abajo, seguido por Rafa, Donnie y Mikey, cada quien con sus respectivas armas en mano. Caminaron durante, aproximadamente, 5 minutos antes de observar algún cambio en el tunel, hasta que llegaron a una pared que les impedía el paso a cualquier lado.

Leo hizo una seña para que no hablaran y acercó el oído a la pared. Podía escuchar voces, ruidos de computadoras y máquinas, pero no podían ver nada y tampoco sabían que tan seguro sería averiguar que había del otro lado.

-¿Escuchas algo? -preguntó Rafa. Leo negó con la cabeza

-Hubiera traído mi estetoscopio -murmuró Donnie

Tras palpar un poco en la pared, Mikey comenzó a aburrirse. Comenzó a dar vueltas por el pequeño espacio que había, tratando de encontrar algo interesante. Estuvo así un rato hasta que desesperó a Rafa, quien le dio un golpe en la espalda.

-¿Quieres parar? -murmuró Rafa

-Trato de encontrar algo que nos sea útil -susurró molesto -. Tal vez haya un botón en la pared.

-Y por eso mismo te debes de quedar quieto -respondió Rafa molesto

Mikey cruzó los brazos y bufó mientras se recargaba en la pared, molesto. Sus tres hermanos seguían tratando de escuchar por la pared mientras se puso a jugar con la zona de pared que tenía al lado de él. En eso, sintió que había un desnivel que era un poco más suave que el resto de la pared.

-Oigan, chicos -susurró Mikey -, esto se siente diferente al resto de la pared -Mikey estiró su brazo y apretó con fuerza

-No toques... -dijeron los hermanos pero, en eso, se abrió la pared a modo de puerta corrediza -... el botón...

Al abrirse la puerta, vieron una sala llena de computadoras, había Krangs trabajando en ellas y otros estaban armados. Pudieron ver que en el techo habíaun cableado que iba en dirección a la pared, como siguiendo un pasillo, sin embargo, no había una puerta o camino aparente. Donnie supo en ese momento que había algo más allá de esa pared, seguramente tendía un interrumpor como la de la pared de la habitación en donde estaban, pero, desde la posición en la que se encontraban, no podía ver ninguno.

Al escuchar el sonido de la puerta, todos voltearon hacia ella. Los hermanos se quedaron quietos. Habían sido descubiertos por todos ellos y ahora tenían todas las miradas encima. Para colmemo, en ese momento le llegó un mensaje a Mikey en su T-phone, el cual no estaba silenciado, así que, definitivamente, ya todos los habían escuchado.

-Esos que se hacen llamar tortugas han hallado la oficina del Krang. Krang procederá a exterminar a esos llamados tortugas -dijo uno, dando señal de disparar.

Leo hizo señas para que tanto él y sus hermanos corrieran. Lo que ahora se preguntaban los hermanos era, quien había mandado un mensaje a Mikey?

***

Eran ya las 3 de la mañana y Lisa seguía sin recibir noticia alguna de las tortugas. Ya estaba demasiado preocupada. Sabía que a veces tardaban, que a veces llegaban por Morgan a la mañana siguiente para no despertarla, pero siempre le dejaban un mensaje para avisarle y así poder dormir tranquila.

-Ya le mandé mensaje a tío Mikey -susurró Lisa acariciando el cabello de Morgan -, espero tener respuesta de ellos pronto.

Acurrucó a Morgan en la cama y se acostó junto a ella. Siguió dando vueltas y vueltas, de repente en la cama, de repente en el cuarto, de repente en la cocina, pero no estaba tranquila. Sabía que no podía ir a buscarlos, primero, porqué tenía que cuidar de Morgan, además de que no estaba segura de cómo encontrarlos y sabía que ella no podía pelear, así que sería más un estorbo que una ayuda.

-Ay, chicos, por favor -susurró mirando al teléfono -, denme alguna respuesta pronto.

***

-Chicos, cuidado -gritó Mikey, alertando a sus hermanos

Cada hermano esquivaba disparos y golpeaba Krangs, tratando de ayudar lo más que se podía a sus otros hermanos. Rafa se encargó de quitar a un Krang de la computadora y volteó a ver a Donnie

-Eh, genio -Donnie volteó a verlo mientras goloeaba a un Krang con su bastón -, ¿Crees que puedas averiguar qué es esto?

Asintió y, haciendo una maniobra, dio un salto y avanzó, esquivando y golpeando a los Krang que encontraba.

-Veamos qué se puede averiguar -exclamó Donnie, mirando al teclado.

-Chicos, cubran a Donnie -gritó Leo.

Mientras sus hermanos lo cubrían, Donnie veía el teclado pero algo no le cuadraba. Era un teclado humano, con teclas pequeñas y normales. Si algo sabía Donnie por sus misiones pasadas, era que los teclados Krang eran enormes, fáciles de manipular con sus tentáculos. En la computadora no había nada en realidad, solo una pantalla con lucecitas. Miró a su al rededor, todas las computadoras eran iguales a la que él tenía.

-Chicos! -gritó Donnie tomando su bastón -¡Es una trampa!

Mi padre es un mutanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora