•Capítulo 24: Tormenta •

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El rostro se le veía más pálido que de costumbre, bajo sus ojos había un par de medias lunas violáceas, su mano estaba vendada debido a los golpes que le había dado a la pared.

Había buscado por toda Italia y no había rastro ni de Jimin ni de Taehyung, en cuanto había recibido la noticia del secuestro se había vuelto loco, movilizó a todas las personas que conocía en Italia para que los encontraran pero había sido inútil, parecía que la tierra se los hubiera tragado.

Aquél día se cumplían tres semanas desde el secuestro, tres semanas en las que los buscaron día y noche, tres semanas en las que la angustia de todos aumentaba pues Eunyoung ni siquiera los había contactado para pedir una recompensa.

Habían vuelto a Corea en donde también los buscaron hasta el cansancio, obteniendo el mismo resultado que en Italia.
Realmente todos estaban demasiado afectados por aquello; sin embargo, Jungkook y Yoongi estaban completamente destrozados, el mayor pretendía ser fuerte, durante el día no se cansaba de dar órdenes a sus hombres pero durante la noche se rompía por completo y lloraba hasta que el pecho le ardía, se acurrucaba en su cama con una prenda de Jimin y se culpaba de todo aquello. Por otra parte, Jungkook había enfermado por completo, el chico era un lío emocional y sus defensas habían caído hasta lo más profundo, no podía comer, no podía dormir y lloraba todo el tiempo, definitivamente él no era tan fuerte como lo era Yoongi pues no podía siquiera aparentar ser fuerte, después de todo Jungkook era un niño obligado a crecer y se sentía realmente perdido sin el ancla que lo mantenía estable.

Jungkook estaba quedándose en la casa de Yoongi pues el mayor temía que fuese a hacer alguna estupidez en un momento vulnerable y prefería vigilarlo de cerca. Los demás les visitaban casi a diario; hacían planes, trazaban rutas, buscaban puntos ciegos, revisaban una y otra vez las grabaciones en las que aparecían los chicos, estaban buscándolos. De verdad querían encontrarlos.

Yoonmi abrió la puerta de la habitación de Yoongi lentamente, entró con una bandeja entre sus manos y se acercó a la cama en donde él estaba sentado.

—¿Yoonie? Te traje algo de comer, no es bueno que dejes de alimentarte.

El mayor suspiró y negó con la cabeza, sentía un nudo en el estómago y no se sentía capaz de ingerir alimento alguno.

—Gracias, Yoonmi pero...

—Ah no, vas a comer. Son ordenes del jefe y no pienso desobedecerlas, además me he tardado mucho en prepararte algo decente, no pude encontrar el número de Anastacia y...

Yoongi se levantó de inmediato al escuchar el nombre de su chef preferida y es que en otro momento no se le había ocurrido recurrir a ella pero sabía que su padre era un gran mafioso ruso, tenía equipos bastante bien entrenados y con tecnología mucho más avanzada, no podía compararse con el estilo tradicional de los italianos.

—¡Yoonmi, eres una genio! — Yoongi le tomó el rostro y plantó un beso en su frente antes de revolverle el cabello, la chica de quedó petrificada por aquello y es que nunca en su vida había esperado recibir una muestra de cariño por parte de Yoongi.

Marshmallow [ m y g × p j m] FINALIZADAWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu