Capítulo 3

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Oh, broken angel. Were you sad when he crushed all your dreams?

Oh, broken angel. Inside you' re dying' cause you can't belive.

/ Oh, ángel roto.
¿Estabas triste cuando derrumbo tus sueños?

Oh, ángel roto
Por dentro estas muriendo porque no lo puedes creer/

-Boyce Avenue

Broken ángel.

-




¡Oye! - mi cuerpo se tensa al al reconocer esa voz. Me niego a levantar el rostro y en su lugar me encojo más.

-¡Oye, mocoso de mierda te estoy hablando!- patea mis pies y casi caigo de cara.

-¡No es necesario que me insultes!- Me levanto, y con furia lo enfrento -¡Lo que menos necesito ahora, es eso!

- Oh - Hyoga se cruza de brazos y sonríe burlón -,¿por qué no te defiendes así con ellos? - Se cruza de brazos y ahora me mira como un padre reprendiendo a su hijo.

- No tengo porque darte explicaciones- doy media vuelta e intentando no cojear comienzo a caminar. Fallo mucho en mi intento, mis rodillas están tan adoloridas que me resulta doloroso moverlas.

-¡ Mocoso de mierda!- Le vuelvo a escuchar, giro un poco y me sorprendo cuando siento sus brazos cargar mi cuerpo. Por instinto subo mis brazos a su cuello y al instante en el que me doy cuenta, le suelto e intento bajarme. - Tu cuerpo te duele, tienes el labio partido, un moretón en la mejilla, tus rodillas raspadas y apestas a mierda.

El color se me sube al escuchar aquello.

- N-no es culpa mía - Balbuceó - He metido la cabeza en el retrete...- Digo avergonzado.

Hyoga me mira de reojo y frunce el ceño.- ¿Desde cuándo se caga por la cara? - Suelta en burla.

- ¡Si tanto te molesta bájame!- Digo indignado.

- Demasiado tardé - se inclina y me deposita en el asiento del copiloto-. Te llevaré a casa.

- ¡Espera! - intento bajarme desesperadamente pero el con una mano en mi pecho me detiene.

-¡¿Que mierda ocurre ahora?!- su semblante se oscurece y con una sola mirada me ha dejado quieto, congelado... Es como si me dijera que si me muevo me matara.

- No es necesario, volveré solo - Respondo.

No quiero que el me lleve a casa. Mi casa es el único lugar que no quiero que conozca. Aunque es obvio que ya sabrá sobre los rumores de la situación de mis padres, no quiero que el lo confirme. Además aún esta el hecho de que no sé cuales son sus intenciones con esto. Quizá sólo esta fingiendo que me llevará a casa y en verdad quiere llevarme a un desierto para abandonarme después.

Hyoga soba su sien y un poco más relajado que antes, vuelve a mirarme.- No pregunte si querías. ¡Te llevare a casa!+ dice y no espera mi respuesta. Azota la puerta en mis narices y rodea el auto para poder subir a su lugar.

El auto arranca y nos sumimos en un muy incomodo silencio.

-¿Dónde vives? - Para cuando pregunta eso ya hemos avanzado una cuadra.

- En verdad puedo volver yo solo - insisto.

Frena el auto en seco y casi me hace volar a el parabrisas. Apenas me repongo del frenado tan repentino, cuando siento que jala mi cabello.

-¡Eres demasiado terco!- me dice - No entiendo porque te dejas con ellos y conmigo estas tan a la defensiva.

Bajo la mirada.

Porque me lo merezco. Esas personas me hacen el favor de siquiera mirarme. No soy digno de amor y respeto... No soy lo suficientemente bueno.

Eso respondo mentalmente.

Mis labios no se mueven, sólo estoy ahí... Sosteniendo la mirada. Siento mis mejillas mojadas. Y eso me dice que estoy llorando de nuevo. Pero siento el cálido abrazó de Hyoga y mi corazón explota.

-¡Te matare si alguien se entera de esto!- susurra cuando recarga mi cabeza en su pecho. - en verdad no te entiendo pequeño bastardo - Susurra -, estas aquí derrumbándote frente a mi , te has puesto a la defensiva y parecía que querías darme pelea. ¿Porque no lo haces con ellos? ¿o es acaso que te gustaba lo que hacían?

Niego

- Me llamo Hyoga... - Se separa y me siento avergonzado al ver que su camisa ha quedado manchada de mis lágrimas y se le ha impregnado el mal olor.

Vuelve la vista a enfrente y pone el auto en marcha.

-¿Donde vives?- Cuestiona nuevamente - Si no me dices te llevaré a mi casa.

Me tenso al escuchar eso y cómo si me hubiera amenazado con un cuchillo, le digo hacia dónde ir. Cuando estamos a dos cuadras de llegar le pido que pare.

-¿Que mierda es ahora?-

- Puedo caminar desde aquí - respondo e intento bajar del auto. La puerta no se abre y siento que he sido secuestrado.

-... He puesto el seguro para niños - me informa -, algo me decía que intentarías escapar.

- Te agradezco el viaje, pero desde aquí puedo regresar - mis manos sudan, por el producto de los nervios. - por favor, abre el auto y déjame ir.

No me mira y baja del auto. Antes de que llegue a abrir mi puerta, lo hago yo. Parece molestó por mi acción, pero no quiero ser tratado como una chica.

Me ofrece su mano para ayudarme a salir. Es demasiado. No sé si sus intenciones son buenas o no. El me gusta y porque me gusta tengo que alejarme de él. Mis sentimientos no pueden crecer, no puedo ser tan pendejo como para enamorarme de nuevo.

Regla número cuatro : cuando te noquean, y has caído tan bajo y tan sucio... Es ahí donde te debes quedar.

- estoy bien... Puedo pararme por mi cuenta - Alejó su mano y sin mirarlo comienzo a caminar -, gracias - es todo lo que digo cuando nuestros hombros rozan.

No me giro ni un segundo, aunque mi corazón pide que lo haga. Si lo hago, seguramente lloraré.

Cruzó la primera cuadra y es entonces cuando me giro. A lo lejos puedo verlo a él, recargado en la puerta de su auto, mirándome y con su mano izquierda diciéndome adiós. ¿Porque?

Inconscientemente mi mano derecha hace lo mismo. El inquietante sentimiento que tengo es igual o más fuerte que el de aquella vez...

Sin más, solo vuelvo a tomar mi camino a casa.

𝑨𝒎𝒐𝒖𝒓 𝑺𝒐𝒖𝒅𝒂𝒊𝒏 [𝑯𝒚𝒐𝒈𝒂×𝑺𝒉𝒖𝒏] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora