Decisión

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——— 19 ———

Despertó con todos los músculos de su cuerpo doliéndole horrores. No se movió en toda la noche y se quedó dormido en una posición no precisamente muy cómoda. Ahora su cuerpo le estaba cobrando factura como si hubiera hecho mucho ejercicio un día antes, o peor, como si lo hubieran atropellado.

Haciendo un esfuerzo por estirar sus extremidades, vio la carta tirada en el piso. Anoche estaba tan agotado que no se dió cuenta qué hizo con ella. Se agachó para levantarla cuando vio algo escrito en la parte de atrás de la hoja. Algo que anoche no leyó.

Baekkie, mi anillo de matrimonio y el de Yoora también son para ti. El pequeño es el tuyo, obviamente. Los mandé a arreglar para que quedaran a la medida. Úsalos bien con esa persona especial.

Posdata: ¿Has visto lo apuesto que es Chanyeol?, si no es así, hay algo esperándote debajo de mi almohada.

Baekhyun se rio y por primera vez en muchos días se sintió feliz de verdad. Park Jinyoung jamás lo decepcionaba, ese sexto sentido que tenía nunca le fallaba, se preguntó desde cuándo sabía que pasaría algo entre Chanyeol y él. Seguramente muchísimo antes que ellos mismos lo supieran, ambos eran tan despistados y tontos.

Corrió hasta el piso de arriba y entró al cuarto del anciano para levantar la almohada. Abajo había un sobre verde menta que tenía escrito "mi mejor regalo". Con cuidado lo tomó y abrió para ver su contenido.

El sobre estaba gordito y lleno de fotografías instantáneas. Tranquilamente las sacó y empezó a verlas de una por una.

Lo primero que vio fue la foto fea donde Chanyeol cerraba los ojos, después la que el alto le tomó a él. Una donde el abuelo cocinaba, varias de Chanyeol tocando su guitarra, él dormido en el sillón, el jardín arreglado, Woomin, ambos plantando flores, entre muchas más.

Todo su verano estaba ahí. Había fotos que ni siquiera recordaba que le hubieran tomado, como esa donde estaban Chanyeol y él de espaldas viendo la lluvia de estrellas y algunas otras mientras empacaban. Todas eran perfectas.

Cuidadosamente empacó todo, ya era tarde y tenía que regresar a su casa. No tenía manera de saber la hora, su celular había muerto, pero se imaginaba que era un poco más de medio día. Anoche se quedó dormido muy tarde y no era una persona precisamente muy madrugadora.

Salió de la habitación y bajó las escaleras. Echando un último vistazo al hogar, se dirigió a la puerta. No quería salir a su realidad y dejar la casa, se sentía a gusto ahí, la sentía suya, pero no podía quedarse para siempre. Con gran pesar salió al exterior y caminó hacia donde vivía.

Había un auto negro estacionado frente a su vivienda. No tuvo que preguntarse de quién sería, ya se lo estaba imaginando.

—Park Jihoon, usted no deja descansar ni un solo día —dijo en voz alta mientras se acercaba a la puerta para entrar a su desgracia.

El primero en recibirlo fue su pequeño corgi saltando de felicidad y moviéndole el rabo. Se agachó y acarició cariñosamente su cabecita.

—Baek, ya estabamos a punto de ir a buscarte —le dio la bienvenida su madre sentada con otra persona en la sala.

—Estaba en casa del abuelo Jinyoung —les dijo a los presentes.

—Me imagine, ven siéntate aquí. El señor Jihoon quiere hablar contigo.

Se acercó y tomó asiento frente a los dos adultos.

—Para no irme con rodeos, me supongo el abogado te contó que pienso reclamar la herencia, ¿no es así?

Mi Vecino Park  {Baekhyun & Chanyeol}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora