•Cazando a Jonathan• [JonDami/DamiJon]

Trigésimo segundo ataque (✅)

Damián tomó un cuadro y lo estampó en la cabeza del viejo takataka para distraerle en lo que sacaba de bajo su muñeca un utensilio de filo pero el viejo había sido rápido y le había tomado de un brazo para estamparlo en el suelo. El de raíces árabes rodó y en mejor posición le tiró una patada en las piernas para tumbarle igual, buscó la cuchilla con la mirada y cuándo la alcanzó se giró a su contrincante.

-¡Aquí, niño bonito! - había lanzado aquellas par de canicas en su dirección sin darle tiempo a un respiro. Éstas se adherieron a su cuerpo rapidamente cómo si se tratasen de serpientes. Cayó al suelo.

-¡Así vamos a jugar,eh! -gritó molesto tratando de cortar los hilos con la cuchilla pero no hacía efecto,genial.

- Debo admitir que diste buena pelea, pero ¿dónde te habrán enseñado esas técnicas? - se preguntó aquél hombre. Damián quiso usar su última carta rodando  y arrastrándose bajo la cama para alcanzar el bastón.

- Sigue diciendo lo que quieras ,idiota. - sus dedos buscaron el botón desplegable en lo que el hombre japonés le jalaba de regreso y él le sorprendía apuntando a su garganta, Doung perdió el equilibrio tocándose peligrosamente el área afectada, se le dificultaba la respiración.

Pero claro, Damián sabía que un golpe de esa magnitu no le había provocado daños mayores por lo que volvió a tratar de ponerse de pie.

-Agradece que no fue con la cuchilla... ¡Ah! - los hilos de las canicas se fueron apretando alrededor de él al punto de cortarle la circulación de los brazos.- ¡Maldita sea!

- Hrrn, ya basta de juegos ,niño bonito, solo interfieres con mi búsqueda. Asi que como no me sirves de nada.... - los hilos se deslizaron hasta enredarse peligrosamente en au cuello.- Será una lástima, me gustaba mucho ésta alfombra cómo para teñirla de rojo...

-¡No sé lo que dice pero miente! - gritó Jonathan llegando por la ventana y dándole un golpe de lleno en la cabeza lo cual fue suficiente para noquearle.

-E-ésta.. co..sa - llamó su atención Damián soltando el bastón, Jon se apresuró a ir y quitarle aquellas cosas de encima cómo si se tratasen de nada.

- Lo siento, lo siento, debí quedarme, tenías razón. ¿Te hizo daño?,pero que digo, soy un tonto. Estaba afuera ,y luego esa mujer, y entonces tú ... - Damián tomaba aire deslizándose hasta sentarse en el suelo, tanta palabrería le mareaba.

-Está bien, Kent... -le cortó Damián limpiandose el sudor de la frente.- Solo deja de hablar de "eso" , estoy bien....

- Oh.. bueno, aún así-

- Peeero - habló antes que nada- ¿de qué jodida mujer hablabas? -preguntó un tanto molesto.