Inspirado en Juego de Tronos.
La historia de Shiera Waters, una bastarda nacida en Desembarco del Rey, cuya suerte cambia al recibir el mejor regalo que podía esperar: Sharkyl.
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Entré en pánico y huí escalando mediante las redes que llevaban a una especie de mirador en las velas.
—¡¿Qué haces?!— chilló Daenerys.
A estas alturas toda la tripulación estaba despierta, incluso la de los otros barcos, y cada uno de ellos me miraba como si estuviese loca.
Me estaba agobiando más de lo que podía soportar, así que decidí hacer lo que mejor se me daba y huir una vez más.
—¡Sharkyl!— clamé al cielo esperando a que apareciese.
—¡Shiera!— Murciélago cruzó desde el otro barco con un simple salto.—No vuelvas a irte.
Estaba temblando, me quedé paralizada al ver cómo escalaba a tanta velocidad.
—¿Quieres abandonarme de nuevo?— preguntó sin la necesidad de tomar aire.
Sharkyl apareció seguida de Drogon, ni siquiera sé de dónde salieron.
—Ven conmigo.— subí a la dragona pero él se quedó parado.
—¡Bajad de ahí inmediatamente!— chilló Daenerys. Sonreí de medio lado, sabía que Murciélago sería fiel a ella.
—No puedo te perder de nuevo.— aquella frase sonó perfecta en mi cabeza a pesar del error gramatical.
—Vámonos de aquí.— le dije a Sharkyl una vez que los dos estábamos listos.
La dragona comenzó a volar y por unos instantes me sentí en paz. Sin embargo, Murciélago me hizo una seña para que mirase atrás: Daenerys nos seguía a lomos de Drogon.
