Ingreso

14 1 0
                                    

– Existen muchas formas de manipular la magia – decía el Sabio Robinson Silver desde su rellano alto a sus distintos aprendices –. La más básica es la de dejar correr la energía y darle una forma en nuestras mentes antes de manifestarla. De hecho lo hacemos con total naturalidad una vez demostramos poseer el don, aunque esta forma es rara vez completamente controlable. ¿Por qué? Simple: Nuestra imaginación no tiene límites, como tampoco la cantidad de agentes que pueden distraernos de nuestra labor y terminar en un hechizo mal elaborado. No es necesario que les diga lo peligroso que esto puede llegar a ser, lo han visto varias veces en el patio del Ilyceum. Magos explotando y destruyendo irremediablemente tanto objetos como compañeros. Un capítulo del "Aníbalum" el tratado sobre magia del Sabio, y luego dios, Hannibal Vain, explica la magia como la fuerza casi incontrolable que es capaz de mover las estrellas, como también de atraerlas hacia el que la usa, significando su fin absoluto. Incluso creo que es una historia sobre un mago cuya gran empresa era atraer el sol en invierno, lo logró, matando todo en su mundo y alterando irremediablemente un trozo del Multiverso. Por tanto, la idea es que ustedes logren dominar sus poderes y no que estos los dominen a ustedes. Siendo este el primer y más importante precepto sobre la magia que puede existir, la forma más sutil de manejar su magia es a través del método desarrollado por nuestro director y Sabio Protector de Velgatia Leigh Lamb: géo-metro-magia, llamada así por razones obvias. La concentración juega un papel importante en el uso y control de la magia, pero no es fácil llegar a tal nivel de concentración que le permita a los estudiantes manejar lo suficiente su magia como para entenderla y estudiarla más a fondo. Por eso la géo-metro-magia enseña a pensar en figuras geométricas para añadir propiedades al flujo de magia. Un triángulo para manipulación, un cubo para agua, por ejemplo, se convierten en instrucciones silentes que los magos llevan en su mente y les ayudan a manifestar sus dones con completa seguridad. El propio Leigh Lamb escribió un libro titulado "Usos Prácticos de la Géo-metro-magia" que enseñan, poco a poco, a dominar la magia basándose en ese principio. Lógicamente con la experiencia y el estudio el mago aprende a prescindir de este método y emplear directamente la magia, una vez entendida y estudiada. Pero, para ustedes, es una buena forma de empezar. Sé de un alumno bastante avanzado, ustedes deben de conocerlo, llamado Iain Lamb, que intercala su magia ya aprendida con algunos hechizos complicados en géo-metro-magia, para así no perder la cabeza en situaciones de riesgo. Hasta ahora es nuestro estudiante más prometedor, siendo capaz de usar magia de velocidad, una rara derivación de la cronomagia que permite manipular en cierta medida el tiempo.

Su voz era hipnótica y sus gestos tan airados que hacían que Leonard no perdiera la importancia de cada una de sus palabras. Esta era la bienvenida al Ilyceum Magicam, con palabras del Director Secundario, el Sabio Robinson Silver, quien otrora enseñara las bases de la magia al Sabio Protector Leigh Lamb. Era, sin dudas, un gran honor para los presentes. Pero no todos prestaban atención al Director Secundario, muchos jugaban con sus túnicas color marfil o miraban el patio del Ilyceum, en el que distintas estatuas se erguían orgullosas en cada esquina, rodeadas de cobrizas arcantes sin florecer, hiedras throh, cuyas hojas tenían la apariencia de patas de gato, darlenias que cambiaban de color dependiendo de la estación y que ahora eran de un color grisáceo, presagiando la llegada del invierno. Pero las más hermosas, de las cuales se encontraba una por estatua, eran las luxías. Leonard había estudiado las plantas mágicas desde pequeño y sabía que estas flores, cuyos pétalos eran de un blanco tan intenso que casi brillaban en la más profunda oscuridad, provenían del mítico Cementerio Luminoso, donde los Portadores eran enterrados.

Una vez la ceremonia de bienvenida terminó varios magos de cursos avanzados llegaron para escoltar a los recién llegados a sus respectivos dormitorios, los cuales podían cambiar de propietario dependiendo de la ceremonia de Selección del día siguiente. Un mago alto, con túnica de color azul profundo y un claro desdén por sus jóvenes seguidores, los guió por una intrincada red de túneles bajo el Ilyceum que llevaban a los distintos dormitorios. Leonard intentó memorizar el camino, pero luego recordó que no era necesario, pues no sabía si aquél sería suyo por el resto del año. No le fue difícil trabar conversación con uno de sus compañeros, un muchacho regordete que miraba las paredes rocosas con puro horror.

Un Viaje a los Bosques de G'aiaWhere stories live. Discover now