CAPITULO 18.- CORRUPCIÓN

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— ¡Cállate mujer Hyuga!—le gritó extendiendo rápidamente su mano contra Hinata.

— No pondrás ni un solo dedo sobre ella— le advirtió Naruto apretando el brazo de Sasuke con tanta fuerza que casi le rompe el hueso.

Antes de que si quiera el joven Sasuke pudiera replicar, la tierra comenzó a temblar por todo Konoha al mismo tiempo en que varios rayos caían del cielo.

— Ha comenzado…— susurró una suave voz a lo lejos en el bosque de Konoha.

— Mi señora…— le hablo un hombre desde las sombras de los arboles, que a decir por su tono de su voz era un joven hombre de no más de veinte años.

— Ya sabes lo que tienes que hacer, no pierdas tiempo— ordenó la mujer desapareciendo a lo lejos, dejando solo ver la dorada cola de su falda.

De regreso a Konoha:

— ¡¿Pero qué fue eso?!—gritó Naruto sujetando con una mano a Hinata y con la otras sobre la pared.

El temblor había sido fuerte, pero por fortuna solo había durado apenas unos tres segundos.

— ¿Y que fueron esos rayos?—preguntó Jiraiya recuperando el equilibrio tras haber caído de rodillas al suelo por la fuerte sacudida.

Todo el mundo recuperó el equilibrio fijándose que la estructura del lugar aun permaneciera con daños menores. Tras verificar que los niños estuvieran a salvo, Naruto camino rápidamente para poder ver de nuevo a Sakura, y al ver la herida en su pecho estrecho sus manos sobre la mesa.

— Puedo usar el poder del Rikudou Sennin— susurró pesando que de esa forma podía una salvar a Sakura.

— No… no puedes— le dijo Hinata sintiendo su alma partirse en pedazos.

El rubio giro rápidamente para decirle a su esposa que tenía el poder suficiente como para salvar a Sakura, pero al ver las lágrimas en los ojos de Hinata, un nudo se hizo en la garganta.

— ¿Qué… qué quieres decir?—le preguntó con voz temblorosa.

— Sakura-chan estaba embarazada— contesto apenas siendo entendible.

— ¿Qué…?—susurró el rubio girando de nuevo hacia el cuerpo de Sakura.

Como reflejo, Hinata agarró la capa de Naruto demostrando así lo arrepentida que estaba por no habérselo dicho antes.

— Sakura-chan…— la llamó sin poder creer que no podía ayudarla.

Después de varios años de investigación sobre sus habilidades al usar sus diferentes técnicas al estar en modo Sennin así como las capacidades que le había dado el Rikudou, Naruto había descubierto diferentes cosas, entre ellas que tras morir una persona gozaba de hasta un máximo de una hora para poder curar sus heridas y traer de vuelta a una persona, pero eso requería de grandes cantidades de chakra y de un esfuerzo abismal, pero aun así habían diferentes restricciones, entre ellas que no podía revivir a una mujer embarazada.

El motivo de eso, era porque en el momento de la concepción, el producto adquiría su propio chakra y si se trataba de revivir a la madre, había dos posibilidades:

1.- La cantidad de chakra que se debía de usar era tan grande que se ponía en riesgo la vida del usuario, debido a que se debía de traer de vuelta a dos personas, aunque el producto solo tuviera unas cuantas semanas. Además de que el peligro que conllevaba a revivir el psique de dos personas podía llevar la posibilidad de que se mezclaran provocando una alteración en su personalidad.

2.- La fluctuación del chakra harían que se mezclaran dando como resultado que solo uno de los dos reviviera, esto solo en el caso en que el feto estuviera totalmente desarrollado, pero aun así correría grandes riesgos a la hora del "parto" debido a la falta de oxigeno. Y en el otro caso, si la madre era la única que revivía, el aborto y el deshacerse del chakra que había quedado en su cuerpo del feto, la llevarían a sufrir efectos secundarios gravísimos como el solo sobrevivir por menos de un año.

Desastre temporal / Descubriendo el pasado Where stories live. Discover now