Capitulo 3

13.6K 509 59
                                    

Mis nerviosos empezaron a apoderarse de mí al darme cuenta de mis sospechas. Deducía que eran cerca de las 6:00 de la tarde y que aquel cartel ––Welcome to London–– era nuestro destino final, trague nerviosa al darme cuenta de que tan lejos estaba de casa y que mi plan, el cual consistía en escapar a media noche no iba a darme resultados.

Aquel hombre de ojos verdes siquiera había hablado en todo el camino, pero su voz resonaba en mi cabeza y sus ojos verdes, como gemas preciosas, eran oscuras y distantes, pero sentía como la mirada que me dedico hace horas me tenía aun atrapada, aunque no estuviera observándome, aquel hombre me causaba terror.

El cielo despejado y los arboles empezaron a desaparecer, los edificios, casas y carteles se hacían visibles cada vez más, ––estaba en Londres, otra vez––.

El sonar de un teléfono hizo que me sobresaltara y mi corazón empezó a palpitar rápido, el ojiverde metió la mano en su bolsillo y saco el aparato para llevárselo a la oreja.

––Hola––su voz resonó en el auto como un estruendo, tenía la voz demasiado ronca y grave, algo que me ponía los pelos de punta, un murmullo se escuchó en aquel aparato dando a entender que la otra persona hablaba––estamos llegando, si––fruncí el ceño, tratando de captar cada palabra que pudiera serme útil para saber en qué mierda estaba metida y como podía, ––aunque no sabía cómo––, salir de ella––dejalo para mañana, esta mierda me tiene cansado.

Y colgó.

Empecé a golpear el auto con mi pie, nerviosa y sin saber qué hacer, esa llamada no me había dejado nada, solo que él tenia asuntos que atender y que estaba cansado por el día de hoy.

Vamos _____ piensa, ¿Quién es este hombre y porque estás aquí?, esto no es pura casualidad, no se conocen, jamás lo habías visto, quien era él y que había hecho para estar aquí.

––¡Deja de hacer ese maldito sonido con el pie!––deje de golpear el suelo con mi pie, viendo como me miraba furioso por el rabillo del ojo y que lo había hecho gritar, el corazón empezó a latirme rápido como si hubiese corrido un maratón, este hombre hacia que me pusiera nerviosa con solo mirarme, era demasiado amenazante.

¡Vamos, defiéndete!

Era absurdo, intentar preguntar un––¿y porque no puedo hacerlo?––, era la idea más loca que había pasado por mi cabeza en estas pocas horas y creeme había tenido muchas ideas locas en todo el camino.

Solo recordar su voz y sus ojos amenazantes hacia que me encogiera, que tuviera temor, tal vez más que eso, que me aterrorizara.

El auto se detuvo y otra vez tuve esa sensación de sentirme sola y que esto no terminaría en mucho tiempo.

El que se suponía hacer de su chofer salió, y fue directo al baúl del coche, el ojiverde salió con un semblante totalmente serio, dejando dicho que había estado molesto hace unos minutos.

Yo seguía en el auto, sin saber qué hacer, me daba miedo, me daba miedo salir de aquí y que un nuevo infierno comenzara, porque sabía más que nada que no estaba segura con ese hombre.

––sal del auto––ordeno, asomando su cabeza por la puerta del copiloto la cual estaba abierta aun, respire varias veces, tratando de tranquilizar mis nervios y mis manos temblorosas, abrí la puerta y pude sentir el aire frio, típico de Londres––¡rápido!––grito, me sobresalte y salí del auto tan rápido como mi cuerpo me lo permitió, aquel tipo extraño, que no había dicho una palabra en el camino, puso la maleta en mis manos y se quedó allí parado, el otro hombre bajo del otro auto y se quedó allí, como si estuvieran esperando alguna orden––pueden irse––hablo, ellos asintieron efectivamente esperando esas palabras y se fueron, en esos autos extraños y clásicos.

Strange | h.s | Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora