Capítulo 22

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# Poché

Luego de que Paula nos obligará a vestirnos y de que estuviéramos listas en menos de una hora Estábamos esperando afuera del hotel a nuestro taxi. Daniela me miró para luego hacerlo con Paula.

—¿No habías pedido un taxi? —lo que no me animaba a preguntar lo terminó haciendo Calle.

—Sí, lo hice para las ocho no para las nueve —Daniela puso los ojos en blanco a escuchar a su amiga. —Ahora tenemos que esperar otro —murmuró cruzando sus brazos.

—Por qué no vamos caminando —sugirió Calle. —No está lejos ¿no?

—Cuatro cuadras —respondió Paula, negué con la cabeza no pensaba caminar.

—Es peligro —comenté al ver cómo me miraban. —Es mejor esperar.

—Vamos María José, si esperamos unos minutos más Paula nos mata —intento convencerme. —Mira cómo nos mira —susurró en mi oído.

—Está bien —acepté con un suspiro.

Todo esto me daba mala espina mientras que mis dos acompañantes no paraba de hablar mientras caminábamos para llegar en la fiesta.

—Hay que darnos la vuelta —dije al ver que llegamos a un callejón. —No vamos a cruzar por ahí...

—No, hay que cortar el camino —comentó Daniela, negué esa opción.

—Es peligroso...

—En la mañana pasamos por aquí y no pasó nada —me interrumpió Calle.

—Porque era de día —respondí con obviedad. —En las películas siempre sucede algo malo —intenté hacerles entrar en razón. Daniela sólo sonrió cómo si le hubiera contado un chiste.

—Es en serio Daniela, ayúdame Paula —le pedí.

—Okay se pueden calmar, hagamos un voto —sugirió cómo si fuera la mejor idea y lo era siempre cuando ellas no fueran las mejores confidentes. —que levante la mano quiénes están de acuerdo a cruzar el callejón —las dos chicas alzaron cómo era de esperarse.

—Ganamos —murmuró con una sonrisa Daniela, rodé los ojos.

Comenzamos a caminar nuevamente para cruzar el callejón Daniela y Paula se pegaban más a mí, al parecer su valentía había durado muy poco. No estaba oscuro pero sí estaba un completo silencio por el cual te daba mala espina, estábamos a puntos de pasar el callejón cuando vimos a dos hombres recostándose sobre la pared mientras echaba humo por la boca.

—Poché... —susurró Paula acercándose más a mí de lo que ya estaba al igual que Calle. Pasamos a lado de los dos chicos que apestaban a cigarros, ellos no intentaron hacer nada sólo nos observan con una sonrisa nada agradable por instinto sujete con más fuerza la cartera que tenía colgado en el hombro.

—Me dio un escalofrío —murmuró Daniela mientras sujetaba mi brazo.

—Por esto no quería pasar por el callejón —les reclame.

—Pero no sucedió nada —comentó Paula.

—Por suerte, pero para la próxima no cruzaremos por ahí nuevamente —Daniela entro en razón.

—Falta mucho aún —pregunté cansada de caminar.

Después de caminar un poco más, por fin habíamos llegado a la fiesta, pero al entrar lo último que parecía era eso. Todas las personas estaban sentadas en la mesa con sus parejas, nos miramos confundidas y sorprendida a la vez.

—Parece un restaurant —murmuré al observar el lugar. —Qué clase de fiesta es esto, no hay música —seguí quejándome.

—Tal vez llegamos temprano —comentó Daniela. —¿estás segura que éste es el lugar? —preguntó después de unos segundos.

La Guardaespaldas [EDITANDO]Where stories live. Discover now