La Guardaespaldas [EDITANDO]

Capítulo 29

# Calle

Todo estaba listo para el evento de golf estaba emocionada por ver a algunas personas, escogí un vestido corto de color negro estaba ajustado perfectamente para mi cuerpo me miré por última vez en el espejo. Al bajar me encontré a María José esperándome, sonreí al ver lo hermosa que estaba con su crop top negro y su pantalón bordo oscuro.

Al percatarse de mi presencia se puso de pie para mirarme fijamente con una sonrisa que podía poner nerviosa al cualquier ser humano, sonreí tímidamente antes de acercarme a ella con su atenta mirada.

—Estás hermosa —fue lo primero que dijo. —te extrañe anoche —murmuró con un puchero.

—Y yo a ti —confesé.

—No sabes las ganas que tengo de besarte —mencionó Poché.

—¿Qué estás esperando? —pregunté acercándome un poco más a ella.

—Nos pueden ver... —la interrumpí con un piquito antes de mantener una distancia nuevamente.

—Todo están afuera —murmuré intentando convérsela. —okay —dije tomando su mano para guiarla hasta la cocina, no iba quedarme si mi besó de buenos días.

Sujeté el rostro de María José con mis manos antes de besarla, ella al instante comenzó a seguir el besó sujetándome de la cintura para atraerme más ella tomando el control del besó. Cerré los ojos disfrutando de sus labios.

—Ana... —abrí mis ojos confundida al no sentir más el contacto de sus labios sobre los míos.

—Yo te puedo explicar —dije una vez que reaccione. María José tenía una mirada de terror.

—Tranquila Dani, no puedes explicarme lo obvio —murmuró dejando confundida a Poché.

—¿Tú lo sabías? —preguntó Poché.

—Bueno lo sospeche ahora sé que estaba en lo correcto —contestó con una sonrisa.

—¿Cómo? —pregunté con una sonrisa.

—Por las peleas, mirada... —respondió. —y por los celos —dijo mirándome, puse los ojos en blanco.

—¿Somos tan obvia? —preguntó mi novia, Ana solamente asintió. —no puedes decir esto a nadie —la miré fastidiada por su insistencia de ocultar lo nuestro.

—¿Por qué? —preguntó con una sonrisa Ana.

—Porque aún no es el momento —respondió Poché, Ana me miró confundida yo sólo encogí mis hombros.

—Entonces deben tener más cuidado —comentó mi nana.

—Lo tendremos —dije antes de salir de la cocina.

—¿Estás molesta? —preguntó confundida María José una vez que me alcanzo.

—No... —respondí caminando hasta el patio. —No lo estoy —terminé de decir, Poché me miró dubitativa.

—Hola Daniela —Karol se acercó a nosotras con una copa en su mano. —Estás hermosa —dijo antes de dejar un besó en mi mejilla. —María José —la saludó con una media sonrisa.

—Ho... hola —hablé después de ver el rostro de Poché.

María José tomó mi mano juntando con la suya dejándome sorprendida al igual que Karol que se quedó viendo por unos segundos nuestra mano entrelazada.

—¿Cómo estás Karol? —preguntó con una sonrisa, lo cual se borró al ver a Johan haciendo una señas. —Ya vuelo —dijo con un suspiro, dejándome confundida.