Diez. Al otro lado del mundo.

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Gilbert Blythe
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El calor era insoportable pero valía la pena, explorar el mundo, valía la pena.
De la nada, comencé a cantar.

-No irrites a este hombre, o a mi.- dice Bash señalando al fogonero.- No tiene gracia.

-No me hago el gracioso.- digo sonriendo un poco.- Bueno, tal vez un poco. A veces la música de mi alma necesita salir.

-Mantenla dentro por un rato.
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Lucy Eckermann

-¿No son preciosos los octubres, Lucy?,

-Son preciosos Anne.- digo mirándola- Me encantan los colores que se funden en el cielo al atardecer. Me encanta la brisa del aire que choca con mi cara. Es maravilloso.

-Que romántico Lucy. Tú perspectiva es maravillosa.

Marilla nos callo y seguimos en camino a la playa.

-Paren.- dijo Anne.

-¿Anne?- dijo Marilla.

-Detenganse, por favor.

Matthew detuvo la carretilla y Anne me tomo de la mano y bajamos de esta.  Anne comenzó a correr y yo la seguí sin soltarla de la mano. Cuando llegamos al borde de la tierra, nos detuvimos y vimos la hermosa vista.
Tenia el paraíso delante de mis ojos, los colores del cielo se mezclaban con los de la playa. No encontraba la palabra adecuada para poder describir lo que sentía en este instante.
No hay nada mejor que vivir momentos con las personas más importantes de tu vida. Anne, era una de esas personas.

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Me levante con una cobija envolviendo parte de mi cuerpo y camine al mar. Me sentía en el cielo.
Me encanta este lugar.
Miro el horizonte e imagino todos los demás lugares que hay en el mundo y todas las posibilidades...

Gilbert Blythe

Ver el el horizonte es como mirar al otro lado del mundo.
Tal vez en este instante, alguna persona en alguna parte del mundo, esta mirando el bello Atlántico.

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Lucy Eckermann

-Escribe otra historia de algún Bert.- le dice Diana a Ruby.

-¿Algún Bert?

-Siempre escribes lo mismo.

-No, para nada.

-Claro que si. Sobre algún héroe llamado Albert, Herbert, Rupert, Pilbert.

-¿Pilbert?- responde Ruby con un poco de indignación.- Es absurdo. Nunca escribiría una historia de un chico llamado Pilbert.

-Sabemos que todos son sobre Gilbert.

-¡No es cierto! ¿Y cómo lidio con el hecho de que lleve afuera ocho meses y tres días y tal vez no regrese nunca?

-Anne, Lucy- dice Diana- dejen de mirar su libro y ayudenme.

-Ruby- dije moviendo mi libro- Deberias escribir un trágico romance de dos almas gemelas que deben separarse porque el destino no les permite estar juntos a causa de sentimientos confusos y perturbadores...

-Lucy, ¿cómo se te ocurren esas grandes historias?- dice Diana.

-La vida me inspira.- sonrió y Anne hace lo mismo. Parece que sabe más de lo que creí.
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Todo el pueblo estaba reunido. Todos los chicos de Avonlea estaban conmigo en la parte de arriba viendo todo el caos en la sala. La razón, oro.

Nate, un trabajador de »Tejas Verdes« a descubierto oro en sus tierras. Anne me dijo que Nate le enseño oro, pero que ella no lo vio.

-Esto es muy extraño...- dije.- ¿Oro en Avonlea?

-¡Es algo emocionante!- dijo Anne.

-¡Shh!- le dice Diana.- No pueden saber que estamos aquí.

-Lo siento, no puedo controlar la emoción...

-Esto del oro me recuerda a algo... pero no recuerdo qué.

-Pero Lucy, debes admitir que es emocionante...

-¿Qué es eso?- dijo Diana señalando a Nate que estaba con toda la multitud sosteniendo un papel.- ¿Un certificado?

Todos nos quedamos callados escuchando las palabras de Nate. Nueva York. Análisis.
Todo esto es tan confuso...

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-¿Tus padres pagaran por el análisis de tierra Lucy?- preguntó Billy detrás de mi.- Ups, lo olvide. No tienes padres.

-¿Puedes cerrar la boca? ¿O acaso necesitas otro golpe para que no hables? Porque puedo hablarle a quien sea que te haya golpeado para que lo haga de nuevo.

-¿Duele ser huérfana?

-¿Te duele la cara?

-¿Qué? No.

Le di una cachetada tan fuerte que Anne reviso mi mano.

-Bueno, creo que ya te duele.- fue lo último que dije antes de irme con Anne.

-¿Por qué hiciste eso Lucy?- pregunto Anne.

-Algunas veces las personas llegan al limite de la tolerancia...- Anne me miro y después dijo:

-¡Le escribiré una carta a Gilbert!

-¿Qué?

-Si le escribo sobre la noticia del oro, tal vez regrese o tendremos noticias de él y Ruby logrará olvidarlo...

-Anne, es una mala idea... Ni siquiera sabes donde esta.

-Puedo investigarlo, seré como un espía.

-¿Deberiamos contárselo a Diana?

-Una aventura no se puede sin las tres.

-Anne, ¿y qué pasaría... si no contesta?- Anne se quedo callada un minuto.

-Sabremos que no le interesa volver a Avonlea. Y que nos ha olvidado.

Sé que Gilbert nunca regresara. Me costó tanto aceptarlo los primeros días...
Gilbert ahora es un extraño. Un maravilloso extraño.
Y sé que nos ha olvidado. A todos.
Incluso yo también comienzo a hacerlo.

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.08201807.
LectoraNM
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Hora. 11:54 pm.
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Esta semana regrese a la escuela y tengo bastantes deberes.
Intentaré publicar una vez a la semana. Espero su apoyo.
Saludos.




The color of your words. [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now