Cuatro. Escondite

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------ Gilbert Blythe ------

Las luces comienzan a cegarme cuando intento acercarme a la ventana, las personas intentan tener contacto conmigo, pero mi único pensamiento y objetivo es llegar al final de la multitud, donde ella se esconde...

Se esconde con él.

Las risas de las personas a mi alrededor quedan en el olvido cada que veo sus sombras pasar. Juntos, como un par de amantes intentando ocultar su amor. 

Recuerdo la vez que intenté invitarla a bailar en la fiesta de la señorita Josephine Barry. Llevaba un vestido gris hasta los talones, su cabello estaba corto y estaba rodeada de coronas de flores y collares de los mismos. Aún puedo recordar el brillo de sus ojos al interpretar Jane Eyre.

"Recordé entonces que el mundo real era inmenso y que existía una gran variedad de esperanzas y temores...

 Josie me mira a lo lejos, intentando seguir mi mirada, pero está tan perdida que ni siquiera yo se donde está.

..., de sensaciones y emociones, que esperaban a quienes tenían el valor... de salir de él...

Miro sus sombras de nuevo girar por la ventanas e intento mantener la mirada fija en ellos. Escucho sus risas y también escucho el sonido de las copas, el olor del licor y un extraño sentir en mi corazón. 

La recuerdo a ella. Con su vestido gris a los talones, donde le ofrecí mi mano para poder bailar. Tener la sensación única de sentir su pulso combinándose con el mío. Miré sus ojos y un temo al ver mi mano se escabulló por su cuerpo en un leve temblor que yo sólo percibí. 

"—No sé bailar—" respondió con miedo.

Al principio me negaba a aceptar la verdad. Pensé que todo era una simple ilusión en mi cabeza que se aferraba a la idea de lo que tanto temía, mi corazón palpitaba con fuerza pero mi mente intentaba centrarse en algo totalmente diferente a la verdad.

Al final del día me encontraba a mi mismo diciendo una y otra vez que no era verdad.

Pero no se puede ignorar la realidad.

Y al fin me di cuenta... al fin lo acepté.

Me gusta Lucy Eckermann.

..., de buscar un verdadero conocimiento de la vida entre sus peligros."

—¿Gilbert?—dice alguien a mis espaldas—. El abuelo de Laurence quiere hablar contigo.

Con la mirada aún perdida en la nada, miro a Anne con una gran sonrisa, ignorando por completo mi rostro.

—¿Ahora?— pregunto mirándola.

—Bueno, simplemente me dijo que quería hablar contigo—toma su cuello y sonríe nerviosa. Anne me deja cuando ve a Diana pasar corriendo con un vaso de cristal y es mi momento de salir.

Regreso a la puerta principal y es cuando la miro. Corriendo con él tomados de la mano, y sin darme cuenta estoy gritando su nombre en la frialdad de la noche.

Ella se detiene y me mira, pero parece que no le importa; porque a pesar de que susurro que la quiero, Lucy sigue su camino con Laurence.

----- Lucy Eckermann -----

—¿Es aquí?—pregunta Lauren cuando me detengo en medio del bosque.

—Sí...— mi respiración está un poco agitada, pero intento calmarme recargándome en un árbol. Miro el rostro de Lauren y simplemente mira a los alrededores— ¿No te gusta?—pregunto.

—No es que...—me mira y ríe— siendo tú no creería que fuera aquí, es muy...

—¿Infantil?

—Tétrico.

—¿Por qué?— sonrío ante su respuesta.

—Tan solo piénsalo, un par de niños en medio del bosque... ¿No te resulta aterrador?

—En absoluto—río y lo empujo. Miramos el par de escombros que alguna vez fue nuestro pequeño secreto, donde nuestras mentes se unieron y crearon hermosas historias.

Hoy sólo quedan cenizas de lo que alguna vez fue nuestro escondite. 

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—Deberíamos regresar ya— dice Lauren metiendo las manos a los bolsillos de su costoso traje—. Hemos estado aquí un buen rato, tal vez estén preguntando por nosotros.

—Querrás decir por ti—digo sin dejar de mirar el cielo.

—Nosotros—dice de nuevo Lauren, esta vez extendiendo su mano para ayudar a levantarme, le doy un leve golpe y me levanto.

Se crea un único silencio entre nosotros, siento la fuerte brisa del viento acompañado con un poco de nieve; pero a pesar de ello me siento bien. 

Lauren es esa parte de mi vida que nunca voy a poder sacar, es el único recuerdo constante de que puedo ser feliz, de tener un futuro, y también de mi pasado. 

Algunas veces pienso en mis padres y de lo dolorosa y repentina que fue su partida, sin embargo, no me puedo imaginar con ellos ahora, ¿eso es malo? Cuando los recuerdo sólo vienen a mi malos momentos. Los golpes que me daban por contestar mal, sentarme indebidamente, cantar mal una nota, o las noches de terror que pasaba en el establo. Las cicatrices sólo me recuerdan lo estrictos que eran conmigo, las veces que me golpeaban con varas, me hacían rezar con arroz en mis rodillas por horas.. ¿alguna vez se habrán arrepentido? Quisiera que sí, aunque en sus últimos momentos no recuerdo haber oído nada de sus bocas. 

—¿Tienes frío?— pregunta Lauren haciendo que me olvide de todo. 

—No— respondo sin mirarlo.

—Deberías.

—¿Por qué?

—Normalmente—dice mirándome— las chicas dicen "sí" para que pueda abrigarlas.

—Lo dicen las chicas a las que les pareces atractivo. Además, en estas situaciones yo soy la que debería preguntártelo a ti.

Lauren ríe y hecha a correr a los arboles. Se detiene un instante para girarse y verme. Sonriendo, lo sigo. Pero es entonces cuando lo recuerdo gritando mi nombre. Un escalofrío me recorre y Lauren vuelve a mi sonriendo. 

Escucho el leve susurro que dio antes de verme partir. Pero el susurro queda atrapado en el aire. 

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Los leves rayos del sol apenas logran tocar mi rostro. Levanto la mirada y veo un par de nubes solitarias en la búsqueda del mundo, sonrío al pensar todo los lugares que recorrerán. Me levanto lentamente de la pequeña silla que deje junto a la ventana y cambio mi vestido rojo por el negro de siempre. Esta mañana temo en mirarme al espejo, así que simplemente paso de largo este y bajo por las escaleras a la cocina. Tomo un poco de agua y comienzo a llenar la pequeña cubeta para bañarme. 

Siento el calor del agua recorriendo mi piel, pero rápidamente desaparece y el frío me envuelve de nuevo. Mi corazón comienza a latir más rápido y siento el palpitar en cada parte de mi cuerpo. Entonces siento un escalofrío. Su imagen viene a mi mente en un pensamiento fugaz, pero intento evitar esos sucios pensamientos tirándome toda el agua de la cubeta. 

Cubro mi cuerpo y entro corriendo a la casa, donde después de subir las escaleras, me encuentro sentada en la cama frente al espejo...

Intentando recordar su rostro...

¿Era Lauren o Gilbert? 






The color of your words. [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now